Pablo Hernández, presidente de la Asociación Uruguaya para el Estudio del Dolor (AUED), explicó en entrevista con En Perspectiva de qué se trata el dolor crónico, cuáles son las enfermedades en las que suele tener su origen y por qué merece un tratamiento específico por parte de un equipo multidisciplinario.
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Hernández explicó que el dolor suele ser un síntoma con el cual el cuerpo alerta sobre la posibilidad de daño potencial o real y permite tomar medidas para poder defenderse de ese dolor, hasta que “el dolor desaparece y seguimos nuestra vida”. Sin embargo, hay “otro tipo de dolor”, que puede ser permanente (derivado de una lesión de columna, por ejemplo) o con empujes repetitivos en el tiempo (como el caso de una migraña). El dolor crónico “se hace independiente de la causa que lo originó”.
Este dolor crónico debe ser tratado como una enfermedad en sí misma, indica Hernández. Se trata de una enfermedad “que no sufre solo el paciente sino también la familia”, que además es “una de las principales causas de ausentismo laboral”.
Los pacientes que padecen dolor crónico suelen recibir una atención insuficiente, dijo Hernández, porque son tratados por diferentes médicos de diversas especializaciones pero de forma aislada, por lo cual “no se logra alcanzar un alivio del dolor”. Además, se trata de un dolor que tiene un componente emocional muy importante, porque el hecho de no encontrar una solución a ese problema “genera angustia y depresión, que empeoran el dolor”.
Para enfrentar estas situaciones se debe trabajar “en forma de equipo multidisciplinario”, indicó Hernández. En el mundo y en países latinoamericanos como Argentina, Brasil o Chile, se ha avanzado en este sentido y existen unidades de dolor interdisciplinarias, pero en Uruguay hay solo dos: una en el Hospital de Clínicas y otra, que entró en funcionamiento este año, en la Asociación Española.
En estas unidades no todos los pacientes van a recibir “un alivio completo”, a veces va a ser “parcial”, pero lo fundamental “es contener al paciente con dolor”, señaló Hernández. Allí confluyen médicos de distintas especialidades, desde fisiatras u ortopedistas hasta neurocirujanos o psicólogos. Además, tienen un lugar importante las medicinas alternativas, como la acupuntura, la digito puntura, la homeopatía o los masajes, así como la marihuana medicinal. Se manejan varias formas de enfrentar el dolor, no hay una única que solucione el problema, explicó Hernández.
Actualmente se está trabajando en cómo formar recursos humanos, indicó el presidente de AUED. En el pregrado de la Facultad de Medicina se está enseñando a los estudiantes este tema y se está trabajando para crear un posgrado para formar a especialistas en el manejo del dolor crónico.
Se estima que en el mundo casi un tercio de la población tiene problemas de dolor crónico. En Uruguay y la región todavía no hay cifras, se está trabajando para contar con ellas en toda América Latina.
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