Por Eduardo Rivero ///
La segunda entrega de la discografía completa remasterizada de Jaime Roos, recién editada, consta de dos discos clásicos –comentados en el post anterior– y dos auténticos items de colección, bastante olvidados, y que por lo tanto su reedición constituye una nota de real interés: Mujer de sal junto a un hombre vuelto carbón de 1985, realizado junto a Estela Magnone, y Esta noche de 1989, primer disco de Roos grabado en vivo, nunca editado en formato CD.
Mujer de sal junto a un hombre vuelto carbón, un álbum muy olvidado y totalmente atípico dentro de la discografía de Jaime, es uno de los frutos más exquisitos de la relación afectiva que mantuvieron Roos y Magnone a lo largo de 15 años. La pareja, formada por el más grande autor de éxitos populares de la música uruguaya y nuestra mejor autora de canciones, tuvo una intensa colaboración musical.
Este es un disco de baladas básicamente, donde no hay murga ni candombe y donde todas las melodías fueron compuestas por Estela. Jaime escribió algunas de las letras, cantó, arregló y produjo con su inconfundible sello. Fue el disco menos vendido de toda su producción, pero no por ello el menos interesante. Por el contrario, esta reedición permite volver a escuchar o conocer por primera vez un disco fascinante desde muchos puntos de vista.
Las canciones son estupendas, los arreglos muy personales y el clima general de “disco de pareja” hecho con critero de demo, como de entrecasa, nos acerca un costado diferente tanto de Jaime como de la propia Estela.
Hay instrumentación acústica, pero a la vez un signo de la década de 1980 en la que este disco fue concebido: el papel protagónico que tiene el sintetizador electrónico Roland Juno-6, dándole al sonido general un “ochentismo” que lejos de ser trasnochado se convierte en una marca de identidad. También se utiliza la batería electrónica programada, que era otra de las modalidades instrumentales típicas de esa década.
Curiosamente, este disco experimental y de clima intimista se lanzó al mercado al mismo tiempo que el álbum que incluía nada menos que Brindis por Pierrot, tema emblemático en la carrera de Jaime y en la música popular uruguaya globalmente considerada, y auténtica vuelta de página en su carrera, a la que potenció y expandió.
Estela Magnone muestra aquí todo su refinamiento, su sólida base técnica, su sapiencia melódico-armónica y, en resumen su talento de autora corriendo paralelo a su voz de poco volumen pero perfecta afinación.
Más allá de su labor previa en el trío Travesía, es en este disco donde Magnone mostró sus primeras grandes canciones como Marino o Andenes, esta última sin la menor duda una de las más grandes canciones uruguayas en la temática del amor roto. También aparece, ya en coautoría con Jaime, la delicada Garabatos – música de Estela y texto a medias con Roos– y la beatlemaníaca y bellísima Carbón y Sal, con texto de Jaime, y que fuera el tema más difundido de este disco que merece conocerse y disfrutarse.
Pasemos ahora al último elemento de esta segunda entrega de la discografía completa remasterizada de Jaime Roos.
De los cuatro álbumes en vivo que tiene el músico, ciertamente Esta noche es, por lejos, el menos conocido.
El disco se grabó en el desaparecido pub La Barraca los días 23 y 24 de noviembre de 1989. Se editaría en formato cassette ese año y en vinilo a comienzos de 1990, para luego esfumarse del mercado por 26 años, sin conocer una reedición en CD.
El público registra como discografía en vivo de Jaime otros items más recientes como el célebre Concierto aniversario-En vivo en el Solís de Montevideo de 1997 –que celebraba los 20 años de su primer disco Candombe del 31–, Hermano te estoy hablando– basado casi totalmente en el memorable recital que Jaime hiciese en el Solís junto a los tecladistas Hugo Fattoruso y Gustavo Montemurro y el guitarrista Nicolás Ibarburu– y el más reciente, En vivo en el Río de la Plata.
Esta noche, entonces, tiene un enorme interés histórico pero no por ello menor interés musical. Muestra a Jaime en vivo a fines de los 80 acompañado por la que entonces era su nueva banda, conocida luego como “La Escuelita”, y que tenía una integración de lujo: Hugo Fattoruso en teclados y voz, Diego Ebbeler en teclados, Popo Romano en bajo, Gustavo Etchenique en batería y los cantantes Rolando Fleitas, Benjamín Medina y Pablo “Pinocho” Routin.
El disco remasterizado es una auténtica revelación y muestra qué notable banda era aquella.
Curiosamente, el repertorio elegido prescinde de muchos de los “grandes éxitos” –con excepción de Cometa de la farola o Que el letrista no se olvide– y se concentra en joyas como La Sirena –original del disco Siempre son las 4–, Victoria Abaracón –del disco Mediocampo– y la hermosa milonga Piropo, que Jaime le había dado a Laura Canoura para su disco Esa tristeza de 1985 y que su autor nunca había grabado.
Renglón aparte merece la versión de Pelota al medio de Jorge “Choncho” Lazaroff, en homenaje a su autor, fallecido meses antes de la grabación. Cantada por Pablo “Pinocho” Routin, y pese a ser “un tema de otro”, fue la canción más difundida de este disco, como sucedería en el álbum de versiones Contraseña con el tema de Alberto “Mandrake” Wolf, Amor profundo.
La aparición de estos cuatro nuevos items en la discografía remasterizada de Jaime, bellamente presentada en lo gráfico y con completísima ficha técnica, nos hace esperar con indisimulable ansiedad las nuevas entregas de la obra completa del más trascendente artista de la música popular uruguaya en las últimas tres décadas.
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Urquiza esq. Abbey Road es el blog musical de Eduardo Rivero en EnPerspectiva.net. Actualiza los miércoles.
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