Miércoles 23 de setiembre de 2015
A la opinión pública
En relación a la ocupación del edificio, donde funcionan el Consejo Directivo Central (CODICEN) y otras instituciones públicas, por parte del Sindicato Único del Taxi, la agrupación Plenario Memoria y Justicia, la Asociación de Docentes de Educación Secundaria (ADES) Montevideo y algunos estudiantes, el Ministerio de Educación y Cultura comunica lo siguiente:
1. Las autoridades del CODICEN mantuvieron siempre un diálogo fluido con los estudiantes.
2. El Parlamento, a través de los legisladores que integran la Comisión de Educación y Cultura de la Cámara de Representantes, así como de la Cámara de Senadores, estuvieron en permanente diálogo con los estudiantes.
3. Defendemos como legítimo y necesario el derecho a reivindicar mejoras para la enseñanza en un país que busca desarrollarse y crecer con igualdad.
4. Instamos a que la vía para las mejoras sea el trabajo colectivo. Es altamente positivo para una sociedad democrática y participativa, que los estudiantes hagan oír su voz en pos de esas mejoras.
5. También propendemos al diálogo acerca de cómo y en qué invertir y la priorización de objetivos e instrumentos para mejorar la inclusion y la calidad educativa.
6. Queremos contar con un plan de trabajo que incluya las ideas de los estudiantes como un insumo de relieve para el próximo Congreso de Educación.
7. Preguntamos ¿cómo es posible que quienes dicen defender la educación pública adopten medidas que la entorpezcan? ¿Cómo es posible ocasionar destrozos en oficinas públicas y educativas, cuando se reclama más presupuesto para la educación?
8. Nada tuvimos que ver con el desalojo, pues es claro que no nos compete adoptar una medida de esta naturaleza.
9. Afirmamos que los estudiantes se retiraron de forma pacífica.
10. Los agresores fueron otros.
11. Siempre estaremos abiertos al diálogo y a expresar ideas así como a su debate franco y también apasionado.
12. Los conflictos y la resolución pacífica de los mismos forman parte de la vida de una República democrática. La violencia no.