Concurso de Cuentos

Cuentos infantiles con comunicación y respeto: Los ganadores del mes de noviembre para leer y escuchar

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La Mesa de los Viernes dio a conocer los ganadores de la cuarta convocatoria al Concurso de Cuentos de En Perspectiva de 2020. El honorable jurado encargado de evaluar los trabajos presentados estuvo integrado por Juan Grompone, Alcides Abella, Gonzalo Pérez del Castillo, Alejandro Abal y Fernando Medina, del programa Oír con los ojos. Además, Cosabuena eligió un cuento a ser publicado en una de los ejemplares de la colección de libros accesibles que será editado en 2021.

Los cuentos ganadores serán premiados con una prenda uruguaya de lana fina de Don Baez, cinco libros de la Colección Lectores de Ediciones de la Banda Oriental, vinos finos de bodegas Giménez Méndez, productos de cosmética natural de Matías González y un set de productos de Café JuradoEl cuento que resultó elegido por Cosabuena será premiado con 20.000 pesos.

A continuación, los cuentos que cada uno de los integrantes del Jurado eligió para leer al aire. No necesariamente estos cuentos llegaron a ser nominados para primeros puestos.

Cuento elegido por: Alejandro Abal
Título: La Cometa de Mili
Autor: Patricia Hauser
Seudónimo: Pluf

Mili observaba, junto a la ventana, la cometa que acababa de dibujar. Estaba contenta. Le había quedado superlinda.

De pronto, una ráfaga de viento le arrancó el dibujo de las manos. Mili, sin poder hacer nada, vio cómo se alejaba volando. Con rabia se sentó en el suelo y decidió quedarse allí hasta que el enojo desapareciera.

Pero no tuvo que esperar mucho.

Una nueva ráfaga de viento entro por la ventana sacudiéndola. Levantó la cabeza y encontró en el medio del cuarto a un ser extraño, flaquito, que le llegaría a la cintura. Ese ser raro, de color verdoso, le había traído el dibujo, y parecía amigable. Hablaba en un idioma extraño que Mili no comprendía. Por sí entendía los gestos que hacía con el cuerpo, como en el juego de dígalo con mímica. Cada vez que Mili acertaba, los dos reían. Así supo que se llamaba Greg y que era un niño extraterrestre.

Cuando vio a Greg mirando por la ventana, preocupado porque no había viento para regresar a su planeta, tuvo una idea. Descolgó la cometa de la pared y le hizo señas para que se ocultara detrás de una varilla del armazón, estirando su cuerpo como si fuera un fideo.

Entonces, salió corriendo a buscar a la abuela. Le dijo algo en el oído y ella la siguió al cuarto, donde Greg las esperaba oculto en la cometa.

Abuela y nieta fueron al parque a remontarla. Y cuando a Mili le pareció que estaba bien alta soltó el hilo y ambas quedaron mirándola hasta que fue un puntito en el cielo. Un puntito que se perdió entre las nubes.

***

Cuento elegido por: Alcides Abella
Título: La visita
Autor: Raika Ferreira Asfaduroff
Seudónimo: Cantinella

El abuelo y Tino pescaban en la escollera.

La tarde estaba clara aún y la luna como una naranja brillante y sedosa subía al cielo que se apagaba
poco a poco incrementando su inmensidad.

De pronto cayó una estrella fugaz.

Resultó ser un bus intergaláctico.

Al rato, se bajaron varios tipitos un poco mareados por lo agitado del trayecto.

Estiraron las piernitas y comenzaron a dispersarse a lo largo del lugar.

Una niña del grupo se aproximó al muelle, saludó y dijo que se llamaba Rit.

Perplejos, se miraron ambos pescadores en silencio.

Rit explicó que venían de Ceres, un asteroide enano pero de corazón grande.

Al descenso vieron tamboriles, fuegos y gente alegre bailando por lo que descartó que sería un lugar
fantástico para visitar.

Una vecina suya le había recomendado que no dejara de probar la garrapiñada y los refuerzos de
mortadela.

Además, le gustó mucho la idea de subirse a la rueda gigante que desde el cielo parecía un maravilloso anillo de luces girando cerca de la playa.

Muy confiada, Rit pidió permiso para intentar suerte con la caña y para sorpresa de todos, pescó.

Tanta suerte le dio risa y al rato, reían los tres.

Metieron las patitas en el agua fresca y hablaron de amigos, música y banderas.

Conversaron largo rato hasta que Tino tuvo sueño.

Se despidieron, deseándose abundante fortuna y varios viajes.

De regreso y algo contrariado, Tino le dijo al abuelo que Rit era una suertuda.

“Primera vez y pesca”, murmuró.

***

Cuento elegido por: Gonzalo Pérez del Castillo
Título: Fiesta
Autor: Helena Lagaxio
Seudónimo: Inocente

Ese año, en el campo, se organizó una gran fiesta.

Los niños disfrazados a su antojo arremolinados en el bosque, jugábamos a las escondidas,
cuando un integrante nuevo hace su aparición de la nada.

Al principio nadie lo reconoció, pero aún los menores le extendieron su mano para invitarlo a unirse a la diversión.

Es que el disfraz estaba buenísimo. Descalzo se podían ver sus seis dedos muy largos tanto en pies como en manos.

Además, hablaba sin mover la boca, y hasta mi hermanita Sofía, que no puede oír, lo escuchaba muy bien.

La cosa estaba brutal. Desaparecía en instantes delante de nuestros ojos, y por más que no perdonábamos árbol sin revisar, nada. Y de golpe, ¡zas! Ahí otra vez.

Esto se repitió una y más veces hasta hacer su aparición el primer adulto, que al verlo, y con un alarido terrorífico, lo asustó de tal forma, que se escondió para siempre y nunca más lo volvimos a encontrar.

***

Cuento elegido por: Fernando Medina
Título: Sin título
Autor: Teresa Ferrari
Seudónimo: Terry

Ramiro está enojado, todo se ha suspendido, su cumple, las clases. Por la pandemia hay que hacer cuarentena.

Tomó su cel, no tenía Internet, buscó la compu, no se conectaba.

Salió buscando señal y comenzó a sentir extraños sonidos, imágenes borrosas y de pronto, apareció la cara de una niña desconocida, con cabellos largos y blancos, de ojos grandes y grises.

-¡Hola! Pareces de otro mundo, dijo en broma.

-Es que lo soy.

-No te creo ¿Quién eres?

-Soy Xyla, de un planeta lejano.

Ramiro casi ni respiraba temiendo perder esa comunicación increíble

-¿Y como nos comunicamos?

-Queríamos hacerlo. Nuestro planeta era igual al de ustedes, avanzamos mucho en tecnología, pero olvidamos respetar la naturaleza. El agua se contaminó y se evaporó por el calor.

-¿Tan serio es?

-Más de lo que te imaginas, vivimos en cuevas, sin ventanas, sin ver el cielo. Han pasado varias generaciones, dejamos de pensar en el Yo para pensar en el Nosotros. ¡Y fue bueno! Aprendimos muchas cosas importantes, como comunicarnos por señas para ayudarnos entre todos.

-¿Y ustedes juegan?

-Sí, y cantamos con los mayores. A veces nos dejan usar la gran compu que regula todo y nos permite comunicarnos con el exterior ¡Hoy me tocó a mí!

-¿Y qué podemos hacer?

-Habla con tus amigos, advierte lo que pasará si no se cambia. Ésta pandemia puede hacerlos razonar. ¡Están a tiempo! Me despido pero pronto nos volveremos a ver.

-¿Y si no lo logramos?

-¡Sí, lo haremos! Y tú también podrás convencer a los demás, tienes el video de nuestra llamada.

Cuentos ganadores

Tercer premio

Título: Gigante
Autor: Fernando González
Seudónimo: Lucrecia

La veo y me sorprendo. Una niña como un edificio de seis pisos. Una gigante. Si no fuese por su tamaño se parecería a Mariana, una compañera de clase. Pero Mariana es apenas más alta que yo, una niña común y corriente, aunque algunos se burlan de ella porque es muy grande.

La gigante me descubre.

–¡Un bicho asqueroso! –grita.

–¡Nada de bicho, soy una persona! –protesto.

Me estudia con atención.

–¿En este planeta hay seres inteligentes?

–Algo así.

–Ya veo –dice–, no conozco este mundo. Nuestra nave se averió y, mientras mis padres la reparan, salí a caminar.

–Ahora me explico. Venís de otro lugar, por eso sos tan grande.

–¿Grande?

–Sí, grande y un poco gordita.

Al principio se enoja, pero enseguida reacciona.

–En mi planeta el raro serías vos; un niño flaquito del tamaño de un insecto.

“El raro soy yo”, pienso, “¿Mariana diría lo mismo?”.

–Estás callado –observa la gigante.

–Pensaba en las diferencias.

–No entiendo.

–Bueno, resulta que en mi clase hay una niña que se llama…

En ese momento se escucha una voz y, aunque no logro oír bien, sé que la están llamando.

–Tengo que irme –dice mientras se aleja corriendo.

Después una estela de fuego cruza el cielo.

Hoy llegué temprano a la escuela. Cuando vi a Mariana me acerqué y le di el dibujo que había hecho. Era una nave espacial con una niña que se parecía mucho a ella.

–¿Por qué me lo das? –preguntó sorprendida.

–Quiero ser tu amigo.

Ella sonrió.

–Gracias.

–Gracias a vos –respondí–. ¿Sabés una cosa? Anoche soñé contigo.

***

Segundo premio

Título: Sin título
Autor: Andrea Martínez
Seudónimo: Amartí

Cuando tu papá te pide que saques la ropa de la lavadora, metés la mano adentro, tocás algo que se mueve, lo sacás pensando que es tu hámster y descubrís que es una extraterrestre, tu vida cambia para siempre.

Y ahí mismo se te llena la mente de preguntas.

¿No se marea en los lavarropas?

¿Habrá helados en su planeta? ¿Y galletitas?

¿Qué hay más allá del universo?

¿Dónde podré tomar clases de extraterrence?

Entendernos fue un poco complicado al principio, pero con el tiempo descubrí que cuando algo la hace feliz cierra sus tres ojos y suspira tan profundo que ¡achís!, siempre termina estornudando.

También comprendí que está mejor en el agua. La que no logra entenderlo es mi vecina que el otro día la encontró nadando en su bañera.

-¡Juaaan!, ¡Sacá a tu marciana de mi bañooo!- gritaba.

En fin, mi amiga sí que me entiende. Cuando me duele algo, sin que yo se lo diga, me acerca su mano de tres dedos y me alivia enseguidita. Yo creo que tiene superpoderes.

A veces me mira fijo, muy fijo, como tratando con todas sus fuerzas de comprender lo que le cuento. Y eso a mí me basta.

Ayer descubrí su nave escondida en el galpón del fondo.

El domingo nos vamos de pícnic a su planeta. Yo, por las dudas, llevo helado y galletitas.

***

Primer premio

Título: Cosa y Teo se conocen
Autor: Carlos Pantaleón Panaro
Seudónimo: Mintaka

Teo amaba la Astronomía, pero como sus padres no podían comprarle un telescopio, debía estudiar el universo en su computadora.

Una noche, mientras exploraba la constelación de Orión, una lucecita saltó de la pantalla y se posó sobre su mano.

¿Cómo te llamas?, preguntó la lucecita.

Teo dio un salto atemorizado. Cuando se repuso, respondió vacilando, me llamo Teo, y antes de que pudiera salir del asombro, la lucecita le dijo: yo me llamo Cosa.

¿Cosa? balbuceó Teo ¡Qué nombre tan raro! COSA es cualquier COSA.

¡Yo no soy cualquier COSA!, protestó la lucecita.

Disculpa, no quise ofenderte, es que Cosa puede ser muchas COSAS, explicó Teo.

Sí, tienes razón, Cosa es un nombre muy versátil.

¿Versátil?, titubeó Teo.

Sí, versátil porque puede transformarse en muchas COSAS. Se puede convertir en SACO para abrazarte con amor en CASO de que sientas frío, o en una bandada de OCAS para llevarte volando donde tú quieras.

Y en ASCO, rió Teo, ¡como la sopa!

Veo que aprendes rápido y que no te gusta la sopa. Sin embargo te hará crecer y ponerte fuerte.

¿Y podré ir a Orión?

Claro ¿quieres ir? La conozco muy bien.

No tiene CASO, Cosa, dijo Teo con tristeza, no sé volar y no tengo OCAS.

No importa, Teo. Sólo tienes que ponerte el SACO, cerrar los ojos y desearlo con fuerza.

Teo dudó un instante, pero hizo CASO, cerró los ojos y pensó en Orión con mucha fuerza.

*

Esa noche, la Luna les sonrió cuando los vio pasar tomados de la mano.

Era una luna grande y redonda, como la luna de los cuentos.

***

Premio de los oyentes

Título: La niña
Autor: Carlos Távara Ramírez
Seudónimo: Manuela Cangallo

No había hombre más baquiano para el clima que don Climateo Garifo Gurméndez.

Gaucho oriundo de Paso de los Toros.

Lo llamaban para pronosticar el clima y así ordenar los quehaceres de la estancia.

En general acertaba.

Un día le pregunté cómo hacía y me contestó con elegancia:

-Por mirar nomá.

Se mojaba el índice y tanteaba el viento, calculaba la leche que daban las vacas, las abejas en el panal, los perros con las patas al cielo, los pájaros alejándose del pago y ahí nomás, te lanzaba su pronóstico.
Por mediados de marzo, estuvo varios días inquieto, oteando el horizonte, siguiendo a las abejas, conversando con los perros y nos dijo:

-Es al ñudo que me aquerencie, voy pal norte pa las tierras altas.

-No es por flojo, pero va a caer agua a baldes.

Nadie lo comprendió realmente, pero el 24 de marzo comenzó a llover y no escampó hasta el 23 de abril.

Evacuaron Paso de los Toros por temor al derrumbe de la presa Rincón del Bonete.

Fueron las inundaciones del 59, las más terribles del Uruguay.

***

Premio especial de Cosabuena

Título: Qu
Autor: Enrique Del Castillo
Seudónimo: Homo Sapiens

Al detenerse el rayo-transporte pudieron ver las estrellas y planetas más cercanos.

El padre de Qu, al verla nerviosa le explica que es normal, se detiene para hacer algunos ajustes y luego continuar.

Qu, enciende su Hológrafo de muñeca para ver su ubicación:

Sistema solar, 9 planetas, 12 lunas, cometas y miles de asteroides, orbitando al Sol.

Un planeta titila, lo toca con el dedo:

Planeta Tierra clase M, atmosfera, nitrógeno al 78% y oxígeno al 21% y otros

-Papá, puedo ir al planeta Tierra, si.

-Bueno, pero solo vas al campo.

Llega a una verde penillanura levemente ondulada, el Hológrafo le indica:

Árboles: Scutia buxifolia, Acacia Caven

Aves: Vanellus chilensis, Rhea americana, Nothura maculosa

Mamíferos: Equino, Homo sapiens

Montado en su caballo, Gabriel va a la Escuela Rural y se topa con Qu que se sorprende al verlo tan diferente y enciende el traductor universal.

-Hola, soy Qu.

-Buen día, soy Gabriel.

Entablan una conversación muy amena y ambos aprenden muchas cosas. Gabriel le muestra los útiles que lleva a la Escuela, lápices, escuadra, cuadernos, libros y enciende la Ceibalita.

Qu le muestra su Hológrafo y se dan cuenta que ambos tienen toda la información en sus aparatos electrónicos.

Salen de las sombras del Quebracho y el Espinillo, juntos corren y ríen por el campo espantando a los teros, los ñandús y las perdices.

Cuando Qu tiene que partir, le regala a Gabriel una pulsera de piedras de su planeta y Gabriel le regala unos lápices de colores fabricados en la Tierra.

***

Locución: Rafael Mandressi, Rosario Castellanos, Bruno Carballo
Producción versión audio de los cuentos: Rodrigo Abelenda, Fernando Medina, Óscar Pessano
Guión: Rodrigo Abelenda
Puesta al aire: Bruno Carballo

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Concurso de Cuentos de En Perspectiva, llamados anteriores

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