El viernes pasado se desató una alarma global que se extendió hasta ayer y que provocó la reacción de gobiernos, organismos internacionales, compañías multinacionales y hasta usuarios de computadoras en todo el mundo debido al ciberataque que sufrieron cientos de miles de personas e instituciones en más de 150 países. El incidente volvió a sembrar fuertes dudas y cuestionamientos respecto a la vulnerabilidad de los sistemas informáticos y de los datos contenidos en ellos.
Esta mañana profundizamos con dos expertos en estos asuntos: Santiago Paz, de Agesic, y Leonardo Berro, de la empresa Security Advisor.
Ocurrió en los últimos cuatro días, en buena parte del mundo: cientos de miles de pantallas de computadoras soprendieron a sus usuarios con un mensaje simple, pero a la vez, aterrador: “Oops. Sus archivos han sido encriptados”.
Se trata del último ataque realizado por hackers contra personas, empresas y organismos de gobierno, en una acción coordinada que sorprendió por su magnitud y por los sectores que afectó, por ejemplo, grandes instituciones de asistencia médica en el Reino Unido.
La operación consistió en implantar un virus que bloquea el acceso a los archivos importantes y que solo podrán ser recuperados si se paga un rescate por ellos.
El episodio replanteó las dudas sobre la vulnerabilidad de las tecnologías de la que hoy depende la humanidad y en qué medida está protegida la información que existe sobre cada uno de nosotros en nuestras propias computadoras o en bases de datos de empresas y de agencias estatales.
Esta mañana profundizamos en estos aspectos, conversando con el ingeniero Leonardo Berro, director Regional de empresa Security Advisor, el ingeniero Santiago Paz, Director de Seguridad de la Información en la Agencia de Gobierno electrónico y Sociedad de la Información y del Conocimiento (AGESIC).
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Crédito foto: Damien Meyer/AFP Photo.
