El clásico entre Nacional y Peñarol que debía disputarse ayer en el Estadio Centenario fue suspendido sin que llegara a jugarse debido a que la Policía concluyó que no estaban dadas las garantías para que se desarrollara sin incidentes.
En la tribuna Amsterdam, donde no hubo personal policial por resolución del Ministerio del Interior, algunos hinchas de Peñarol habían asaltado un puesto de comida, arrojaron una garrafa de 13 kilos hacia abajo y, en las afueras del estadio, agredieran a funcionarios de recaudación.
En las horas previas se dieron incidentes en el Parque Batlle, el centro y las inmediaciones del Palacio Peñarol. Por esos disturbios fueron detenidas unas 100 personas.
Este fue uno de los temas tratados en La Mesa con Gabriel Mazzarovich, Hoenir Sarthou, Felipe Schipani y Daniel Supervielle.
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