El arzobispo de Montevideo, cardenal Daniel Sturla, detalló en entrevista con En Perspectiva las conclusiones a las que llegó el Sínodo de la Familia, en el que participó. El encuentro trató, entre otros temas, la relación de la Iglesia católica con los divorciados y los homosexuales.
Lea la transcripción de la entrevista con el cardenal Daniel Sturla, arzobispo de Montevideo
Comentando el discurso que realizó Francisco en la clausura del sínodo, ante los obispos y cardenales presentes, Sturla consideró que el Papa envió un mensaje “muy fuerte” a quienes, dentro de la iglesia, conciben "que la defensa de la doctrina tiene que ver más con mantener determinados esquemas mentales". “El Papa de algún modo está diciendo: ‘defensores de la doctrina, el corazón de la doctrina del evangelio es la compasión’”, dijo Sturla.
Sobre el tema central de discusión, el arzobispo de Montevideo señaló que se entiende por familia "la integrada por varón y mujer, y abierta a la vida, por lo tanto con hijos". "Ese es el modelo de familia cristiana”, agregó, aunque luego destacó que se está produciendo un cambio en la Iglesia, que Francisco “acentúa”: “la atención pastoral cordial a todas las situaciones personales y familiares que existen”.
En este sentido, indicó que la Iglesia “pretende” que “las realidades se acerquen a lo que se considera ideal” de acuerdo a su perspectiva, pero siempre “abre sus puertas”, un concepto que aplica tanto a las personas homosexuales como a las divorciadas y a aquellas que se casan en segundas nupcias.
Sturla contó que hasta 1984 el cristiano divorciado vuelto a casar “estaba medio fuera de la Iglesia porque vivía en una situación de pecado” y que en ese año Juan Pablo II hizo una exhortación señalando que sí son parte de la Iglesia, aunque se mantiene la prohibición de recibir la comunión “porque están en una situación irregular”. Este tema se discutió “fuertemente” en el sínodo hasta que primó “la inspiración misericordiosa del papa Francisco que dice: atendamos cada caso en particular”. En este punto, se resolvió que sea el obispo de cada lugar el que resuelva la situación de las personas divorciadas que se vuelvan a casar, tomando en consideración aspectos como su responsabilidad en la ruptura o la relación con su ex pareja y sus hijos.
Por otro lado, señaló que “la Iglesia puede entender, acompañar, acoger, a personas de orientación homosexual, incluso a parejas. Una cosa es eso y otra es bendecir un tipo de unión que la Iglesia entiende que no es la que está en el plan del Creador”, dijo Sturla, consultado por la relación de la Iglesia con los homosexuales.
Sturla destacó que el tema de la relación de la Iglesia con los homosexuales fue puesto sobre la mesa por las Iglesias occidentales: “para los africanos este tema es absolutamente tabú (…), se negaban a que fuera incluido”, y para los obispos de Medio Oriente “era un problema por la sensibilidad que hay sobre estos temas en el mundo musulmán”.
Las conclusiones del Sínodo de la Familia, en el que participaron un obispo por cada país y otros seleccionados por el papa, son consultivas para Francisco, que a partir de ellas puede publicar una exhortación apostólica, explicó Sturla.
El arzobispo de Montevideo también se refirió al Atrio de los gentiles, un encuentro centrado en la libertad que se realizará viernes y sábado en el cual participarán políticas, periodistas, historiadores y miembros de la Iglesia católica.
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Discurso del papa Francisco en la clausura de la XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, 24 de octubre de 2015 (La Santa Sede)