La dirigente de la Asociación de Maestros del Uruguay (Ademu), Daysi Iglesias, desestimó en entrevista con En Perspectiva la propuesta del gobierno de levantar el decreto de esencialidad si los gremios de la educación levantan las movilizaciones porque “es la aplicación del decreto”.
Iglesias atribuyó a un teléfono descompuesto la situación de enfrentamiento entre el gobierno y los gremios de la educación. El gobierno argumentó para decretar la esencialidad que los sindicatos firmaron un acuerdo presupuestal el viernes y luego echaron para atrás, pero en realidad, dijo Iglesias, lo que se firmó el viernes es un pre acuerdo. “Es un acta donde se recoge una propuesta” que el Ejecutivo realizó a los gremios para que éstos la trasladaran a los sindicatos.
“Alguien le informó al presidente que no se trataba de una propuesta sino que ya era el acuerdo firmado. Esa situación de ruido en la comunicación oficial, determinó que se declararan servicios esenciales”, lamentó Iglesias. “Si hubiera un sinceramiento y se dijera: ‘Miren señores, hubo un problema de comunicación, lamentamos haber generado un hecho así’, o algo parecido, creo que ayudaría mucho al estado de ánimo y a poder analizar las cosas con lógica”, indicó.
Además, la dirigente aseguró que fue el gobierno el que cortó el diálogo y que la propuesta que se realizó anoche (la de levantar el decreto si se termina con las paralizaciones) “debería estar por escrito”. En este sentido, dijo que el PIT-CNT y el gobierno están teniendo conversaciones y que “tal vez en la mañana de hoy haya un planteo más formal”. De todas maneras, advirtió, ese planteo debería ser analizado por la asamblea de Ademu.
Iglesias también fue crítica con el decreto de esencialidad, cuyo fundamento jurídico calificó como “opaco, oscuro, forzado”, y señaló que será denunciado ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) por el PIT-CNT “en forma bastante inmediata”.
Los ex presidentes [Julio María] Sanguinetti y [Luis] Lacalle nunca usaron la esencialidad, y durante sus gobiernos las paralizaciones fueron de mayor duración, señaló Iglesias, que criticó que el decreto se respalde en una ley del gobierno de Jorge Pacheco Areco y en un decreto firmado durante la dictadura. “Usted sabe cómo fue vivido esto por un gremio que constituye una parte de la base social del gobierno”, agregó.
Acerca de la decisión de desafiliar de Ademu al ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro, que es maestro y figuraba en los padrones de Ademu, Iglesias dijo que “quien firma que somos esenciales no puede –y creo que no debe querer– formar parte de nuestro padrón sindical”.
Refiriéndose al preacuerdo firmado el viernes, que no fue aceptado por todos los sindicatos, Iglesias contó que “una de las cláusulas que fue fuertemente analizada fue la 10, que dice que los sindicatos deben compartir y trabajar” con las políticas educativas del gobierno, “el problema” es que “la política educativa no la conocemos todavía, no sabemos cuál es”. “El acuerdo dice: ‘Tienen que adherir a la política educativa y además no pueden hacer movilización por ese tema’, cuando en realidad no sabemos hacia dónde va la política educativa”, insistió, antes de concluir: “Cuando esas líneas se pongan en discusión las podremos conversar, pero no con un amordazamiento profesional”.
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