Entrevista con el senador Pedro Bordaberry (PC).
EN PERSPECTIVA
Miércoles 27.01.2016, hora 7.52
EMILIANO COTELO (EC) —“Atrás quedaron los tiempos en que se lograron los consensos que llevaron a un acuerdo multipartidario en materia de seguridad. Eran tiempos de esperanza en la construcción de verdaderas políticas de Estado sobre temas que superan toda frontera partidaria y aglutinan el interés de todos sin importar otra cosa que el bienestar común. Tiempos que se diluyeron rápidamente al influjo de campañas electorales e intereses individuales donde los apetitos de poder empalagaron a muchos que vieron en la seguridad pública una forma de hacer política sin importar a qué precio. Aquel Uruguay que se esforzaba en abrirse paso pronto dejó espacio a un Uruguay de mezquindades y egoísmos que dejaron en solitario a quienes advertían una y otra vez el Uruguay que se vendría y para el que debíamos estar preparados. Así llegaron los crímenes por ajustes de cuentas, las luchas por territorios, los conflictos entre delincuentes, el crimen organizado con alto poder de fuego. Un enemigo para el que se debía estar preparado y al que le dimos demasiada ventaja por ser tan mezquinos”.
Así comienza un editorial publicado en la página web del Ministerio del Interior con la fecha del domingo 24 de enero cuyo título es Bienvenidos al Uruguay.
Es del domingo pero fue ayer, martes, sobre todo en la tarde, que repercutió fuerte en las redes sociales, donde se publicaron varios cuestionamientos desde la oposición, que vio en ese texto un ataque directo a las propuestas de algunos dirigentes en busca de un acuerdo interpartidario para frenar el avance del narcotráfico.
Uno de los más insistentes en esa objeción fue el senador colorado Pedro Bordaberry, quien justamente el propio domingo en una nota publicada en el diario El País aparecía como impulsor de ese pacto.
¿Qué está pasando con esta discusión?, ¿cómo recibió la respuesta desde el ministerio? Estamos en comunicación con Bordaberry.
¿Por qué la reacción fue recién ayer?
PEDRO BORDABERRY (PB) —En realidad si bien se publicó el domingo, se empezó a conocer recién ayer. Yo no quise contestarle porque me parece que un editorial de ese tipo se contesta por sí solo. Hace 15 días en un reportaje que me hicieron sus colegas de Búsqueda yo expresé la necesidad de que desde la oposición, en lugar de hablar de coaliciones electorales, etcétera, tenemos que empezar a ponernos de acuerdo sobre determinados puntos de urgencia que tiene el país, entre los cuales mencioné la corrupción, el narcotráfico, la política internacional, donde siento que estamos muy de acuerdo. Así fue que empecé a lanzar la idea y tanto el doctor [Jorge] Larrañaga como el doctor [Luis] Lacalle Pou se mostraron bastante afines con la idea de tratar de elaborar algo. Salió la noticia y desde el Ministerio del Interior responden con este exabrupto -creo que no hay otra palabra para definirlo- que se contesta por sí solo porque fíjese que le echa la culpa a la oposición de los problemas que está teniendo el gobierno.
EC —De algún modo, lo que el editorial señala es que es la oposición la que primero cerró las puertas a una política conjunta en materia de seguridad pública porque se detiene en la crítica constante a las gestiones del Frente Amplio en el Ministerio del Interior.
PB —Por eso es que quizás uno ve que se contesta solo, porque evidentemente el gobierno… no digo el gobierno, porque no es todo el Frente Amplio, vamos a separar. Evidentemente el Ministerio del Interior siente que nosotros tenemos que aplaudir todo lo que hace y que cuando hay algo mal nos tenemos que quedar callados. Fijese que el propio comunicado dice que hay un avance de la lucha por territorios entre narcos y ajustes de cuentas. Hace diez años no existía eso. Vamos rumbo a lo que era el Bronx en los 70 o Miami en los 80, donde había narcos que dominaban barrios a los que no se podía entrar sin su aval. Uruguay va rumbo a eso. Ya está pasando en la provincia de Buenos Aires, hay un problema muy grande en Santa Fe y Rosario también, y nosotros vamos rumbo a eso. El Ministerio del Interior nos lo relata todos los días, porque el comunicado dice que en estos momentos tenemos luchas por territorios… ¡Sí, señor!, la culpa es suya, que ha tenido un presupuesto como nunca y no ha dado resultados.
Ellos pretenden que nosotros nos quedemos callados. ¿Cuál es el rol de la oposición en un Estado democrático cuando hay algo más? Señalarlo, y le digo más, no quedarse solo en eso. Tengo 15 proyectos de ley presentados en el Parlamento esperando que los traten; no que los aprueben, que los traten. Vamos a sentarnos a discutirlos, no ya a aprobarlos. Y no lo han hecho, ya llevan un año.
EC —Evidentemente hay un problema acá de comunicación, de capacidad de diálogo…
PB —¿Qué problema de comunicación? No hay un problema de comunicación, yo no tengo ningún problema de comunicación…
EC —Se lo digo porque leo el texto del Ministerio del Interior y en un momento señala: “Se lo escuchamos decir muchas veces, advirtiendo que la ausencia de una percepción compartida de la amenaza se pagaría muy caro por la sociedad uruguaya. Era urgente cerrar filas tras esa consigna para poder tomar conciencia del peligro que acechaba y que ya percibía el director de la Policía Nacional –comisario general Julio Guarteche- a poco de haber sido impuesto en dicho cargo por el ministro Bonomi. Muy pocos comprendían el alcance de aquella advertencia, y muchos pensaron que era una exageración o -peor aún- una justificación ante el aumento de una criminalidad que no cesaba de crecer. Sin embargo aquella máxima buscaba crear conciencia colectiva para construir herramientas capaces de vencer al miedo y derribar las amenazas con conocimiento y prevención”.
O sea, se está diciendo que los llamados al trabajo en conjunto se hacían desde el Ministerio del Interior.
PB —A ver, yo creo que el señor Bonomi es un experto en hablar, en explicar, no en hacer.
Vamos a ubicarlo en perspectiva. Acuérdese cuando asumió, durante el primer gobierno del Frente Amplio, el señor José Díaz en el Ministerio del Interior y liberó a 1.200 presos; ahí empezó todo este lío. Acuérdese de Marina Arismendi y [Eduardo] Lorier hablando de "nuestros gurisas", manejando la camioneta con el tema de los menores. Acuérdese de que después de José Díaz vino Daisy Tourné con una recordada gestión y después vino Bonomi, con Guarteche, que hace esa advertencia, está bien, pero nosotros veníamos advirtiendo mucho antes que todo esto. No alcanza con advertir. Yo advierto, tú adviertes…No. Como decía Bonomi: hay que hacer. Pero está haciendo las cosas mal, hace tiempo.
Lo peor de todo es que tiene malos resultados. Disculpe la comparación, pero es como [el ex director técnico de Peñarol Pablo] Bengoechea: podrá trabajar muy bien pero no gana el clásico y no gana el campeonato.
Entonces yo creo que ya que Bonomi está fracasando y no da respuestas a los 15 proyectos de ley que presentamos, porque no los trata, tengo el derecho de buscar, con el resto de la oposición, acuerdos para ver si nos toca, a alguno de nosotros, llevar adelante una política contra el narcotráfico. ¡Y Bonomi se enoja! Yo no le hice nada a Bonomi. Lo único que hicimos fue decir: vamos a juntarnos para ver si podemos llegar a acuerdos en algo que es gravísimo, que está avanzando. ¿Qué pasó? A los narcotraficantes los apretaron en Miami y en Colombia, saltaron para Venezuela y para el Río de la Plata; ahora los van a apretar en la provincia de Buenos Aires con las políticas de [el presidente argentino, Mauricio] Macri y van a saltar a Uruguay. Entonces yo, responsablemente, desde la oposición, le digo a los otros, y ellos están de acuerdo, que busquemos puntos de acuerdo para enfrentar este tema porque el gobierno ni siquiera trata nuestro proyecto de ley. ¡Y Bonomi nos dedica una editorial!
