En entrevista con En Perspectiva, la consejera del Codicen Laura Motta destacó la importancia de que el tiempo compartido entre docentes y alumnos sea “prolongado y continuo” y dijo que el cambio más importante que debe darse es “entender que la educación obligatoria dejó de ser solamente Primaria”.
Transcripción de la entrevista con la profesora Laura Motta, consejera del Codicen
“Luego de un año como el pasado, había un empeño especial en empezar las clases con otro tono” dijo Motta, antes de agregar que tener 190 días de clase por año “es una mejora respecto a épocas normales y sin conflictividad, y es un paso enorme respecto a épocas con conflictividad”. “No está establecido exactamente cuánto debe permanecer un estudiante en clase en términos pedagógicos”, pero sí se sabe que es “importante” que el contacto entre él y el docente “sea prolongado y continuo”, porque es esa relación “la que permite generar los aprendizajes”, señaló.
Los números de horas que quedan por asignar “son excelentes para lo que han sido los últimos años”, dijo Motta. Detalló que en Primaria se trata de 22 cargos de maestro y 50 de maestro inicial, un número que “representa menos de un 1 % del total de cargos de todo el país”. En el caso de Secundaria, quedan sin asignar 17.000 horas de un total de más de 327.000, una cifra que consideró baja. “Esto no quiere decir que no haya preocupación por aquellas clases que no están cubiertas”, aclaró.
El objetivo del Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública es que “todo joven esté en una propuesta educativa”, dijo Motta. Para ello se impulsaron varias medidas y se está trabajando en otras. Entre ellas, se determinó que en Secundaria los estudiantes deben estar en los centros de estudio durante todo el turno, aunque no tengan clase por la falta de un profesor asignado o la ausencia de éste. Además, el Codicen está trabajando con el programa Jóvenes en Red, del Ministerio de Desarrollo Social, para “ir a buscar” a quienes egresaron de Primaria pero no se inscribieron en Secundaria.
Otras medidas están dirigidas a tener una alerta temprana ante casos de estudiantes que pueden dejar la educación. Como parte de esta iniciativa, en Secundaria se está trabajando para que la lista ya no se pase en papel sino en tablet, de forma tal que se pueda detectar rápidamente cuando un estudiante tiene ausencias continuas o intermitentes. Este cambio “también implica una sustitución cultural” para docentes y funcionarios de los centros educativos, pero es un sistema que “llegó para quedarse”, dijo Motta. Todavía se está trabajando para determinar cuáles serán los mecanismos a aplicar para evitar la deserción una vez que se tenga una alerta temprana.
“Hoy estamos llegando a hablar de lo que realmente importa” respecto a la educación, destacó Motta, porque se ha solucionado una serie de problemas históricos vinculados, por ejemplo, a lo edilicio y lo presupuestal, “que sigue sin ser suficiente pero es muchísimo mejor”. Esto permite “abordar con seriedad los problemas educativos y las transformaciones de fondo”.
En este sentido, Motta dijo que hay “un cambio sustantivo que debe darse en Uruguay”, tanto en la sociedad como en los docentes, es “entender que la educación obligatoria dejó de ser solamente Primaria”.
Transcripción de la entrevista con la profesora Laura Motta, consejera del Codicen