Martín Espósito, coordinador general del proyecto que construirá un edificio sustentable para la Escuela nº 294 de Jaureguiberry, Canelones, contó en entrevista con En Perspectiva los detalles de su ejecución, basada en la reutilización de materiales de desecho como neumáticos y botellas, y dijo que esperan que tenga “un efecto viral positivo”. La obra comenzará el 1º de febrero y cuenta con la supervisión del arquitecto estadounidense Michael Reynolds.
En marzo los alumnos de la Escuela Rural nº 294 volverán a las clases en la primera escuela sustentable de América Latina, que será construida por un equipo de Earthship Biotecture, la empresa del arquitecto Michael Reynolds, voluntarios que recibirán cursos durante la construcción y el equipo de la organización civil Tagma.
La construcción tendrá como base botellas, latas y neumáticos. “Es una manera de resignificar el residuo”, indicó Espósito, y su uso en una construcción permite transmitir conceptos como reutilización y sustentabilidad a la comunidad. “Los adultos estamos acostumbrados a que las cosas sean de determinada manera”, pero con esta construcción “tenemos la posibilidad de que los niños que vayan a esta escuela empiecen a cambiar”, dijo.
La escuela será de 200 m2 y tendrá tres salones de 50 m2 cada uno. Además, contará con un invernadero donde los alumnos tendrán una huerta orgánica. La estructura no varía mucho de las escuelas que suelen construirse en Uruguay con métodos convencionales, dijo Espósito. Los residuos se utilizan para el relleno de las paredes y quedan compactados y aislados dentro de los muros, por lo cual estéticamente no se notan y no reciben oxígeno ni luz solar, que aceleran la desintegración de esos materiales.
Además, la escuela será autosustentable: tendrá un sistema propio para acumular agua de lluvia, además de un pozo, y contará con paneles solares para obtener energía. “Cada construcción es una instancia de capacitación” y este proyecto fue visto “también como una forma de traer conocimiento”, dijo Espósito. “Puede tener un efecto viral positivo”, agregó.
La construcción de la escuela sustentable costará alrededor de US$ 300.000, precio que está “bastante por debajo de una construcción convencional”, dijo Espósito. Para costearlo, el proyecto recibe donaciones de empresas en dinero y en materiales y cuenta con el auspicio de Nevex. “Una de las cosas más lindas de este proyecto es ver cómo la gente se suma sin esperar nada a cambio”, dijo Espósito.
Enlace externo
Una Escuela Sustentable, sitio oficial del proyecto
Video: Una Escuela Sustentable
Video: NevexUruguay
Video: Earthship Biotecture
Foto: Actual edificio de la Escuela Rural nº 294 de Jaureguiberry, Canelones. Crédito: escuelasustentable.nevex.com.uy.