Vecinos del Centro están realizando una campaña por los problemas que genera un grupo de personas en situación de calle en los alrededores de la Puerta de Entrada a los refugios del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) en Convención y Paraguay. En Perspectiva entrevistó a uno de estos vecinos, Pedro Etchegaray, y al responsable del Programa de Atención a Personas en Situación de Calle del Mides, Federico Guerrero, quien anunció que el Mides está considerando mudar los refugios cada dos años y tiene planificado trasladar esa Puerta de Entrada a otro local.
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“Mi esposa ya no puede venir sola a casa porque ya hemos tenido muchísimos problemas”, ilustró Etchegaray, que contó que durante las noches escucha cantarolas y peleas y durante el día en la puerta de su casa tiene colchones en la vereda, gente durmiendo y olor a orina, entre otras cosas, así como varias personas que cometen hurtos y rapiñas. Él es uno de los 300 vecinos que presentaron sus firmas ante la Intendencia de Montevideo (IM), el Mides y la Policía, denunciando que la calle Convención entre Paysandú y Cerro Largo, se ha convertido en una “zona liberada”.
Etchegaray indicó que los problemas comenzaron con la instalación de la terminal de Río Branco, en 1992, cuando lugares que hasta ese entonces estaban semi abandonados “pasaron a ser un caldo de cultivo para que los delincuentes hicieran su base”. Esta situación inicial comenzó a solucionarse en 2008, cuando se cometió un asesinato en la puerta de su casa, pero luego se instaló la Puerta de Entrada del Mides. “Una situación que no estaba del todo resuelta” terminó de complicarse, porque atrajo un nuevo caudal de gente “a una zona que ya era conflictiva”, produciendo “una situación explosiva que no ha sido acompañada por un monitoreo de seguridad”.
La Policía acude al lugar cuando los vecinos llaman, pero “también está aburrida porque no tiene recursos para atender esta situación continua”, indicó Etchegaray, antes de considerar que hay “una perfecta desorganización entre organizaciones que deberían trabajar en forma conjunta”, refiriéndose al Mides, la IM y la Policía.
Etchegaray diferenció entre quienes están en la zona esperando que el Mides los redirija a un refugio y quienes se juntan a esas personas para aprovechar el amontonamiento de gente y cometer delitos. “No son personas que normalmente usted diga ‘este tipo está esperando que le den una cama’, tienen celulares que yo no tengo”, dijo antes de insistir: “el problema no es el indigente que necesita ayuda, sino los que se mezclan”.
En la segunda parte de la entrevista, Guerrero hizo hincapié en este punto, en que es necesario “separar las situaciones: la persona que vive su cotidianeidad en situación de calle, que la podemos encontrar en la calle –y no necesariamente implica un riesgo o hay un delito en eso– (…) y las personas que aprovechan el lugar para vincularse de otra manera”.
El responsable del Programa de Atención a Personas en Situación de Calle del Mides hizo hincapié en que suele tratarse de personas que sufren pobreza extrema, que tienen empleos informales o incluso patologías mentales. “Es muy difícil generar acuerdos desde ese lugar”, dijo antes de señalar que esa dificultad “no implica que bajemos los brazos”. Sobre qué medidas se pueden tomar, se refirió a la coordinación interinstitucional, pero aclaró: si el problema es la gente que delinque "es un trabajo más de inteligencia policial que del Mides”.
Además, Guerrero reconoció que “es una lectura bastante válida” considerar que la aplicación Ley de Faltas no ha funcionado, porque si lo hubiera hecho estas situaciones estarían al menos atenuadas. “Sin lugar a dudas hay que complementarla con otro tipo de dispositivos”, agregó, reiterando que es necesario “discriminar unas situaciones de otras”.
Guerrero indicó que el Mides “viene pensando en la posibilidad de cambiar los lugares de los refugios cada dos años” para evitar que se perjudique siempre la misma zona, ya que las situaciones denunciadas por los vecinos de la calle Convención suele repetirse en las cercanías de los refugios. Además, indicó que el Mides tiene “planificado” trasladar la Puerta de Entrada a otro local, que queda cerca y tiene una infraestructura que permite que las personas que queden en los alrededores durante la noche estén más protegidas y controladas.
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