La noticia del retiro del consorcio GNLS del proyecto de la planta regasificadora de Punta Sayago representa un nuevo obstáculo para una obra que está paralizada hace más de seis meses. De oficializarse la partida de GNLS, el consorcio deberá pagar US$ 100 millones por incumplimiento de contrato, pero en el gobierno ya se preparan para un arbitraje internacional con el que GNLS pretende deslindar responsabilidades sobre el atraso del proyecto y evitar así el pago de la multa.
Por otra parte, el anuncio del presupuesto para inversiones que el presidente Tabaré Vázquez realizó el lunes 27 contempla US$ 390 millones para la planta regasificadora, lo que se ha interpretado como una intención del gobierno de concretar el proyecto de todos modos. El Sunca, sin embargo, sigue de cerca los acontecimientos "con preocupación" porque este nuevo parate podría afectar también a obras conexas como la planta de ciclo combinado en San José, que para su funcionamiento depende del suministro de gas natural licuado que iba a entregar la regasificadora.
EN PERSPECTIVA
Miércoles 29.7.2015
El diario El País informó en su edición del miércoles 29 que el consorcio GNLS, conformado por GDF Suez y la japonesa Marubeni, concesionario de la planta regasificadora de Punta Sayago, no continuará desarrollando el proyecto y se retiraría del país.
El matutino, que se basa en distintas fuentes, informa que este lunes GNLS presentó una nota a Gas Sayago S.A. (la empresa que es propiedad de UTE y Ancap y es responsable del proyecto de regasificación) donde da cuenta que en las condiciones actuales le resulta imposible continuar con las obras que están en curso.
Los motivos esgrimidos por la empresa para tomar esta decisión serían los sobrecostos que tiene que enfrentar y los atrasos que se han producido en los trabajos. Si se confirma que el consorcio finalmente se va del país deberá abonar una multa de US$ 100 millones, pero además, claro, se abre una polémica política importante.
Ayer el portal de noticias Uy.press había consignado que el lunes el consorcio, el GNLS, le había comunicado a sus trabajadores que no estaba en condiciones de proseguir con este desarrollo.
No hay que olvidar que este proyecto ya había tenido complicaciones en marzo pasado, cuando GNLS decidió rescindir el contrato con la constructora brasileña OAS, a la que le había encargado las obras del muelle y la escollera. Desde entonces, esa obra (dentro del proyecto de la regasificadora) está parada. GNLS le ejecutó una garantía a OAS por incumplimiento de contrato por US$ 116 millones y esta firma está ahora en concurso de acreedores.
Se trata de una noticia muy fuerte, de gran impacto. Por eso, además de recoger lo que está publicado en El País, nos pareció bueno hacer algunas averiguaciones más. Romina Andrioli habló sobre el tema con autoridades de Gas Sayago S.A.
ROMINA ANDRIOLI (RA) —Sí, estuvimos hablando con fuentes de la empresa y lo que nos confirman es –como dice El País– que no han tenido todavía un comunicado oficial de la empresa donde digan “nos vamos”, pero sí, todas las señales van en ese sentido. De hecho hay empresas que le estaban dando servicios a GNLS y a las que el consorcio ya les comunicó directamente que van a prescindir de sus servicios, justamente, porque se van del país y no concluirían la obra.
Lo que sucede es que por otro lado Gas Sayago S.A. no puede admitir oficialmente que GNLS se va porque no se lo ha comunicado, pero también porque tiene un contrato vigente y por lo tanto tienen que ser cuidadosos para poder luego cobrar la multa que está en juego por US$ 100 millones en caso de incumplimiento de ese contrato. Por una cláusula de ese documento, el gobierno sólo puede rescindir unilateralmente el vínculo a partir de setiembre y cobrar entonces la multa.
Según nos informaron las fuentes del gobierno, hace bastante tiempo que hay un intercambio de cartas en donde la empresa dice que los atrasos no son responsabilidad suya. Lo que nos decían es que lo que está haciendo básicamente es intentar reducir la multa que tiene pagar por irse. Si efectivamente se va tiene que pagar la multa y además toda la infraestructura que ya se construyó queda en poder del Estado.
EC — ¿Cuál es la razón por la cual GNLS se retiraría del país y no concluiría la obra?
RA —El diario El País publicó que los motivos esgrimidos por la empresa para tomar esta decisión eran los sobrecostos y atrasos en la obra. Aparentemente también hay cuestiones de internas dentro del consorcio entre Gaz de France Suez y Marubeni, porque hay problemas de financiamiento, de quién pone la plata.
EC —Una pregunta que cabe hacerse es: Este anuncio, esta comunicación informal, ¿no puede ser una forma por la que GNLS presiona al gobierno para mejorar las condiciones del contrato?
RA —Eso es algo que muchas veces hacen las empresas, pero lo que nos decían era que eso en realidad ya lo habían intentado en marzo cuando estuvieron reunidos con el presidente Tabaré Vázquez. En ese momento, los ejecutivos de GNLS se reunieron con el presidente donde, bajo el argumento de que habían tenido problema con OAS (la empresa a cargo de la construcción), pretendían cambiar el contrato.
El convenio dice que la empresa iba a hacer la gestión y cobrar royalties durante 15 años por US$ 14,5 millones mensuales. Pero, como les había ido mal, el planteo de GNLS a Vázquez fue modificar el contrato y señalaron que pretendían cobrar US$ 20 millones por mes y por un plazo de 20 años, según contó el propio Vázquez.
Luego de esa reunión con el consorcio, el presidente ya había sido contundente. En aquel momento dijo: “Nos opusimos terminantemente porque Uruguay es un país serio, que honra sus compromisos y exigimos que quienes contratan con Uruguay cumplan con la misma seriedad y rigurosidad”.
Ante la pregunta de si creía que la empresa compuesta por capitales extranjeros se iría del país, Vázquez contestó: “seguramente, pienso que sí”. En ese escenario entonces, aseguró que se le cobraría “inmediatamente” la garantía de US$ 100 millones que tiene depositada GNLS en caso de incumplimiento.
EC —¿Y qué puede pasar ahora?
RA —En el Poder Ejecutivo sostienen que habiendo una multa de US$ 100 millones de por medio es muy probable que GNLS recurra a un arbitraje internacional –que está previsto en el contrato–, argumentando que se deslinda de toda responsabilidad por el atraso de las obras. En realidad ya dan como un hecho esta situación, pero insisten en que tienen pruebas de que todos los retrasos son responsabilidad de GNLS.
EC —Si se confirma este panorama, ¿qué viene después?
RA —Bueno, el gobierno tiene dos opciones: o finalmente no lleva a cabo la regasificadora o apunta a un plan B que, por lo que nos dicen, es a lo que se va. Este plan B puede significar también reformular incluso el proyecto respecto a lo que estaba previsto inicialmente con GNLS. Hay que tener en cuenta que en el plan de inversión pública presentado esta semana, el gobierno ya contempló US$ 390 millones de dólares para la regasificadora (a los que se pueden sumar los US$ 100 millones de multas que se pueden cobrar si GNLS finalmente no ejecuta la obra como todo hace prever).
Otra cosa que nos señalan las fuentes, en el sentido de que la idea es seguir con el proyecto, es que la única parte de la regasificadora que viene atrasada en realidad es justamente la escollera. El dragado del canal de acceso para la terminal de regasificación ya está en un 96 % terminado; ya está terminada la parte terrestre del gasoducto y el barco regasificador se está construyendo en el exterior.
Esto es lo que podría dar a entender que la regasificadora como tal se va a concretar. El tema ahora es cómo.
Los informantes incluso nos señalaron que ahora, por ejemplo, para la construcción de la escollera ya hay conocimiento local que se ha generado en estos años y se podría utilizar.
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EN PERSPECTIVA
Jueves 30.7.2015
EC —Estamos en contacto Richard Ferreira, dirigente del Sunca (Sindicato Único Nacional de la Construcción).
¿Cómo están siguiendo este tema? ¿Qué información han recibido de Gas Sayago S.A. o del consorcio GNLS?
RICHARD FERREIRA (RF) —Estamos con mucha preocupación, porque en definitiva después de que se había cerrado una primera etapa con la salida de la empresa constructora OAS, y hubo que resolver los puestos de trabajo, una negociación que llevó un tiempo y que terminó con la indemnización por recisión de contrato a todos los trabajadores, se abría una segunda discusión que tenía que ver con retomar los trabajos en un nuevo escenario o con nuevas empresas. De hecho nosotros veníamos siguiendo de cerca esa situación, y de acuerdo a lo que las empresas venían informando, pensábamos que la reapertura de la obra o la continuidad de la obra era evidente y estábamos tratando de que esos plazos se acortaran.
EC —Si no recuerdo mal, GNLS había comunicado a Gas Sayago que ya tenía una empresa constructora sustituta.
RF —Sí, fue lo que nos informaron a nosotros, que se venía trabajando sobre la eventual contratación de dos empresas, una extranjera y una nacional, con la intención de darle continuidad a la obra. De hecho nos sorprendió en los últimos días esta información, que se oficializó el lunes, en la cual GNLS le comunica a Gas Sayago la no posibilidad de continuar la obra en estas condiciones. Por lo tanto, hay una preocupación de la organización sindical no solamente en cuanto a los puestos de trabajo que ahí se podrían ubicar en un momento complicado de la industria, una obra que podría absorber unos cuantos cientos de puestos de trabajo, sino también por el escenario de que a una obra importante para el país, importante para la industria nacional, no se le esté dando continuidad. También nos preocupa, de no continuarse o de demorarse el inicio de esta obra, cuáles serían las consecuencias para otras obras relacionadas.
EC —¿Cuántos puestos de trabajo directos están involucrados?
RF —Cuando la obra se paralizó había 700 puestos de trabajo en forma directa, sabiendo que este tipo de obras genera a la vez otra cantidad de puestos de trabajo en forma indirecta, desde materiales que se suministran, etcétera. Pero directamente había 700 puestos de trabajo, por lo tanto, de retomarse los trabajos, estamos hablando de un piso de esta cantidad de trabajadores.
EC —Usted hablaba también de impactos en otras actividades en el caso de que efectivamente GNLS se retire. ¿A qué se refería?
RF —Al impacto en lo que tiene que ver con la conexión de esta obra con la obra del gasoducto, que está directamente relacionada. Y también en el relacionamiento con la obra de ciclo combinado en el departamento de San José, que a su vez, una vez que se terminasen estas obras, iba a suministrar este gas a la industria nacional. Industria en la cual estaban esperando y están esperando la culminación de esas obras para abaratar su costo en cuanto a energía.
EC —¿Para ustedes es un hecho el retiro de GNLS o tienen la impresión de que todavía hay margen para la negociación?
RF —Comunicación oficial no hemos tenido todavía ni de Gas Sayago ni de GNLS. Lo que sí sabemos es que GNLS habría planteado enviar una nota, esto sí lo tenemos confirmado. En estos días trataremos de abrir una discusión sabiendo que nuestra participación es limitada. Acá hay decisiones que son del Poder Ejecutivo, hay una diferencia entre las empresas en la cual nosotros no nos vamos a involucrar. Estamos apostando a que se le dé continuidad a esta obra y se puedan retomar los trabajos en el menor tiempo posible.
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Informe de Rodrigo Abelenda y Romina Andrioli
Transcripción: María Lila Ltaif