Dinamarca aprobó un proyecto de ley que, entre otras cosas, incluye la posibilidad de confiscar los bienes de los refugiados.
La norma, que tuvo en el Parlamento 81 votos a favor y 27 en contra, fue impulsada por el Gobierno liberal encabezado por el primer ministro Lars Lokke Rasmussen y contó con el respaldo de sus aliados del bloque de centroderecha y del Partido Socialdemócrata, la primera fuerza opositora.
Se trata de una reforma a la ley de inmigración que incluye unas 30 medidas y cuyo capítulo sobre las confiscaciones ha sido modificado en varias ocasiones desde su presentación en noviembre pasado, debido a los cuestionamientos que recibió.
Las formaciones opositoras acusan al Gobierno de hacer "política simbólica" para "atemorizar" a los solicitantes de asilo y aislarlos en la pobreza.
Este fue uno de los temas tratados en La Mesa Internacional con Darío Klein, Nicolás Albertoni, Rafael Mandressi y Mauricio Rabuffetti.
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