La Mesa

El Ministerio del Interior difundió el video grabado por la policía en el desalojo del Codicen

Facebook Twitter Whatsapp Telegram

El Ministerio del Interior mostró este lunes por primera vez, imágenes en video captadas por una cámara adherida al uniforme de un efectivo durante un operativo policial. Concretamente, la filmación corresponde al desalojo del edificio donde tienen su sede el Codicen y otras oficinas del Estado, que se realizó en la noche del martes pasado en el Centro de Montevideo.

El ministro Eduardo Bonomi explicó que la divulgación de esas imágenes se hizo para demostrar que no son ciertas las denuncias de algunas personas respecto a que hubo torturas o malos tratos dentro de ese edificio. Para ello, mostró en conferencia de prensa un video editado de siete minutos de duración, aunque advirtió que había entregado a la prensa todo el material en bruto con la grabación del operativo para que se comprobara con certeza lo que allí había ocurrido.

Las cámaras fueron adquiridas el año pasado por el Ministerio del Interior, como parte de un plan que busca incorporar nuevas tecnologías al trabajo de la policía. En un comunicado divulgado en agosto de 2014, por la Unidad de Comunicación del Ministerio del Interior, el subcomisario Gabriel Silvera encargado del Grupo de Respuesta Táctica (GRT) de la Jefatura de Policía de Montevideo recordó que esta tecnología la había sugerido Lawrence Sherman, experto en criminología de la Universidad de Cambridge, Inglaterra.

En ocasión de su visita al país, recomendó el mayor registro posible de toda actuación policial como forma de recabar elementos que sirvan de prueba a la Justicia. Asimismo, el registro fílmico brinda garantías a los policías y a ciudadanos al ser documentado todo el procedimiento. Silva explicó que “en cada caso el policía debe encender la cámara una vez que desciende del vehículo y la apaga una vez que finaliza el hecho”.

Este fue uno de los temas tratados en La Mesa de En Perspectiva con Gabriel Mazzarovich, Daniel Supervielle, Luis Polakof y Juan Gabito.

Comentarios