El resultado del plebiscito en Colombia para refrendar el acuerdo de paz entre el Gobierno y la guerrilla de las FARC, pareció sumar un fracaso más para las empresas encuestadoras, que días antes de los comicios daban como ganadora a la opción favorable a terminar con el conflicto.
Este no ha sido el único yerro que las consultoras de opinión pública han cometido en el último tiempo. Por ejemplo, en el referéndum de Gran Bretaña para dejar la Unión Europea sólo 16 encuestas acertaron el resutlado final, de un total de 168 pesquisas que se realizaron.
Aquí en Uruguay recordemos lo que sucedió en la primera vuelta de las elecciones nacionales de 2014. Varias consultoras pronosticaron que el Frente Amplio obtendría entre 43 % y 46 % de los votos y terminó obteniendo el 49,5 %.
Ante este escenario El director de Equipos Mori, Ignacio Zuasnábar escribió este sábado una columna en el diario argentino Clarín, en la que sugiere “disminuir la exigencia de precisión absoluta” que se le pide a las encuestas.
A juicio del sociólogo uruguayo, el electorado tiene por un lado un comportamiento cada vez más “volátil”, y “con menos ataduras de sus decisiones previas”. Y por otro muestra cada vez más rechazo a las encuestas, lo que hace que las muestras sean “menos puras”.
Así, según Zuasnábar las encuestadoras intentan acertarle a “un blanco móvil con la mira un poco desviada”. En ese contexto, el sociólogo propone “matar la fama de gurú” que tiene los representantes de las consultoras de opinión pública y explicitar con toda claridad los límites de las encuestas.
Este fue uno de los temas tratados en La Mesa de análisis político con Fernanda Boidi, Daniel Chasquetti, Federico Irazábal y Daniel Buquet.
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