Entrevista con el senador Carlos Camy (AN, PN).
EN PERSPECTIVA
Jueves 15.06.2017, hora 8.25
EMILIANO COTELO (EC) —Con una ligera sonrisa, reflexivo, aparecía ayer el senador Jorge Larrañaga cuando confirmaba su precandidatura a la Presidencia de la República por el Partido Nacional (PN), por cuarta vez consecutiva. No habló en un acto público ni tampoco en una conferencia de prensa. Compareció en solitario, mirando a la cámara en un video de ocho minutos que difundió a través de las redes sociales.
Vuelve, según dijo, después de reflexionar durante más de dos años, durante los cuales recorrió Montevideo y el interior conversando con la gente. Vuelve, explicó, por las personas de tantos pueblos, barrios, ciudades que sintieron que él podía representarlas.
(Audio Jorge Larrañaga.)
Sepan que venimos de vuelta. Que no se agotaron nuestras ganas, que no han matado nuestros sueños. Que no hemos olvidado nada. Compañeras y compañeros, venimos de vuelta a la lucha, venimos de vuelta al camino, venimos porque queremos el Uruguay de todos los uruguayos.
(Fin audio.)
EC —La decisión de Larrañaga y la forma que eligió para comunicarla marcaron de manera fuerte la interna blanca ayer, después de meses de especulaciones sobre su retiro de la carrera y cuando varios dirigentes de Alianza Nacional (AN) vienen preparando otros movimientos.
¿Qué significa este paso? ¿Cuáles son los próximos?
Larrañaga aclaró que no va conceder entrevistas por ahora. Vamos a conversar, entonces, con uno de sus dirigentes más cercanos, el senador Carlos Camy.
¿Cuál es el análisis que llevó a Larrañaga y a ustedes a concluir que tiene que volver a ser candidato, después de tres intentos?
CARLOS CAMY (CC) —Larrañaga escuchó el reclamo y la opinión de dirigentes, de militantes, de ciudadanos. Precisamente en los últimos meses, Jorge Larrañaga ha estado en una intensa recorrida por todo el país y por Montevideo incluso, particularmente. Creo que esos reclamos lo llevaron a tomar la decisión de hacer lugar a lo que se le solicitaba, que es que sea quien conduzca el movimiento que representamos en el wilsonismo, las ideas del sector wilsonista del PN. Y eso es lo que ha definido. No es la proclamación de una candidatura, para eso falta tiempo, es la definición de asumir la conducción de este proyecto político.
EC —Larrañaga viene de un desgaste importante. Hace tres años (mediados de 2014), perdió la elección interna del PN frente a Luis Lacalle Pou, que estaba debutando. Ese resultado lo golpeó mucho, después de varias semanas de suspenso –porque no estaba claro qué iba a hacer– aceptó ser el compañero de fórmula de Lacalle Pou. Ese sacrificio sirvió para que AN votara bien en octubre y consiguiera una bancada fuerte, pero no para ganarle al FA, porque la fórmula blanca perdió frente a la de Vázquez-Astori en el balotaje; y no solo eso, el FA obtuvo mayoría propia en el Parlamento. Todo eso estaba detrás del análisis a propósito de qué es hoy Larrañaga, cuál es su peso político, cuál es su atractivo hoy, después de todas esas experiencias.
CC —Sí, en ese mismo análisis –que yo definiría como lógico y creo que es lo que hay que hacer–, uno puede advertir que del año 96 a esta parte, cuando se fijaron las reglas de juego que definen candidaturas únicas a los partidos políticos, con procesos de elecciones internas para determinarlas, Larrañaga ha sido el candidato más votado del PN. En el año 99 el doctor Lacalle Herrera representó al PN y este obtuvo el 22 % del electorado. En el año 2004, cuando lo hizo el doctor Jorge Larrañaga, el PN obtuvo su máxima representación, 35 % del electorado. En el 2009 nos representó el doctor Lacalle Herrera nuevamente, y se obtuvo el 29 % del electorado. Y en el 2014, la última elección, nos representó el doctor Lacalle Pou y se obtuvo el 31 % del electorado.
Entonces Larrañaga ha sido quien mejor ha representado al PN en cuanto a la obtención electoral. Es un dato de la realidad. En el mismo análisis tenemos que determinar eso, por ejemplo.