Entrevista con el ingeniero Miguel Brechner, presidente del Consejo Directivo del Plan Ceibal y el doctor Cristóbal Cobo, director del centro de Estudios Fundación Ceibal.
EN PERSPECTIVA
Lunes 15.05.2017, hora 8.11
EMILIANO COTELO (EC) —Hace 10 años, Uruguay ponía en marcha un verdadero sacudón en la educación pública: El Plan Ceibal comenzaba a entregar, de forma gratuita, una computadora personal a cada niño que asistiera a una escuela pública en cualquier punto del territorio nacional, asegurándole, además, el acceso libre a la conectividad.
Hoy hay más de 750.000 dispositivos en manos de estudiantes de primaria, secundaria y UTU. Y aunque al inicio toda la atención se centraba en las ceibalitas, en 2017 el sistema va bastante más lejos. Abarca, entre otras cosas, clases de inglés por videoconferencia, programas especiales de matemática y los talleres de robótica, sensores digitales e impresoras 3D, a partir de los cuales los estudiantes compiten con sus pares de otros países y hasta ganan premios internacionales.
Esta mañana nos hemos trasladado hasta el lugar donde, cada día, unas 300 personas hacen realidad el Plan Ceibal. Estamos en el edificio Los Ceibos, del Parque Tecnológico del LATU. Y en la sala de directorio vamos a empezar esta recorrida, donde nos recibe el presidente del Consejo Directivo del plan, Miguel Brechner.
Este edificio donde estamos hoy es la segunda casa que ha tenido el Plan Ceibal. ¿Por qué, cuándo y cómo se mudaron?
MIGUEL BRECHNER (MB) —Para ser exactos, es casi la tercera casa. La primera, cuando era muy precario, en mayo de 2007, era un escritorio del Espacio Ciencia. Ahí estaban los primeros siete con lo que empezó esto. Después sí nos mudamos al edificio donde ahora está la Agencia Nacional de Investigación e Innovación, en el Parque Tecnológico, y hace unos años nos mudamos para acá porque nos era más cómodo tener un lugar donde concentrábamos todo, teníamos que tener varios lugares grandes para capacitación, […] ya se hicieron en este edificio, el Parque Tecnológico es del LATU, son muchos miles de metros cuadrados y empresas de tecnología y de innovación e instituciones de tecnología e innovación. Así que estamos muy cómodos acá.
EC —“Plan Ceibal se creó en 2007 como un plan de inclusión e igualdad de oportunidades con el objetivo de apoyar con tecnología las políticas educativas uruguayas”. Así se lo presentaba en el sitio web. El principal objetivo era la entrega de una laptop a cada niño en escuelas públicas, asegurando, además, el libre acceso a la conectividad. Pero con el correr de los años Ceibal ha ido mutando. ¿Cómo ha sido esa evolución?
MB —La primera etapa era un desafío tecnológico muy grande. El plan se anuncia en diciembre de 2006, hacemos el primer piloto en mayo de 2007 con las computadoras que nos habían donado, y hacemos la primera entrega masiva en noviembre de 2007 en Florida.
En la primera etapa nos habíamos comprometido a entregar alrededor de 300.000 máquinas a todos los niños de primaria antes del fin del mandato, o sea antes de 2009. Ahí era básicamente un plan cuyo objetivo principal era la distribución de computadoras y la instalación de internet, además de otra cantidad de cosas. Sabíamos desde el primer día que eso era el primer paso, pero obviamente, por más que uno prevé cosas, no todo sale como uno lo previó y hay muchos cambios.
Esa primera etapa que va de 2007 a 2011 es básicamente la parte de infraestructura. Ya por el 2010 empezamos a buscar plataformas para darle apoyo al sistema educativo, de acuerdo a lo que decía la ley de creación de Ceibal y su objetivo. No era solo buscar la equidad en cuanto a los dispositivos, sino apoyar y buscar equidad en otras áreas. Ahí se empieza a trabajar en distintas plataformas, la plataforma de matemática, la plataforma robótica, la plataforma de libros, y diría la plataforma inglés. Todo eso pasa alrededor de 2011, 2012. Ahí es cuando empieza el despliegue de apoyo.
Eso continúa, cada cosa que empezó continúa, porque laptops hay que seguir entregando. Entre las laptops que se cambian y las nuevas estamos en el entorno de los 200.000 dispositivos cada año. Porque entran 50.000 niños, hay que cambiarles a otros, hay toda una movida no menor de laptops. Además empezamos pensando que había que cambiar las laptops cada cuatro años y hoy estamos en cada tres años, porque sabemos claramente que la tecnología avanza muy rápido.
Y la última etapa de arranque del plan es alrededor de 2013, cuando en conjunto con la ANEP decidimos integrar la Red de Aprendizaje Profundo, una red que cubre hoy siete países que trabajamos sobre las habilidades del siglo XXI: cómo trabajar en proyectos, cómo resolver problemas. Ese ha sido un trabajo muy profundo que hemos hecho con los desconcentrados, particularmente con Primaria, ANEP y UTU: de tener 100 centros en la red, hoy en el año 2017 ya tenemos 400 centros trabajando.
O sea que fuimos mutando y no me cabe la menor duda de que vamos a seguir mutando, porque también la realidad cambió muchísimo en estos 10 años. Cuando el Plan Ceibal se anuncia prácticamente no había Facebook, no había Instagram, no había WhatsApp, no había la nube, no había tabletas, no había teléfonos inteligentes. El mundo cambió y nosotros tuvimos que ir cambiando en muchos aspectos con el mundo.