Entrevista con la ingeniera Marta Jara, presidenta de Ancap.
EN PERSPECTIVA
Lunes 19.09.2016, hora 8.18
EMILIANO COTELO (EC) —Nueve meses después de que el Gobierno decidiera “intervenir” Ancap debido a su situación financiera pésima, llegaron las primeras buenas noticias.
El viernes, el Ministerio de Industria informó que en el primer semestre del año Ancap redujo sus gastos en 16,7 % y logró una ganancia de US$ 78 millones. En principio es una buena noticia, luego de varios años de pérdidas que habían aumentado el pasivo a más de US$ 2.000 millones. Pero de inmediato se abrió un debate a propósito de cómo se logró ese cambio y, sobre todo, si se debe a una mejora de la gestión o al precio que los uruguayos seguimos pagando por los combustibles, un precio alto en la comparación regional.
Vamos a analizar ese tema, pero además otros, como ALUR, que estuvo en la picota hace un par de semanas, con la ingeniera Marta Jara, presidenta de Ancap desde marzo de este año.
Tengo muchas preguntas para plantearle, pero empiezo por una a propósito de la decisión que usted tomó a principios del año. Usted asumió en marzo, desembarcó en una empresa que venía de una gestión muy cuestionada, con un balance terrible, una empresa que acaparaba todas las miradas, que había pasado por una comisión investigadora. ¿Por qué decidió aceptar?
MARTA JARA (MJ) —Es una pregunta difícil de contestar. Se puede racionalizar de mil maneras, pero creo que la respuesta en el fondo es que no me pude resistir. Me apasiona mi trabajo y uno siempre busca desafíos mayores. En este caso potencialmente puede ser que el trabajo de uno tenga un impacto. Mis padres me preguntaban el otro día, preocupados: “Nena, ¿por qué agarraste eso?”.
EC —Usted viene de una larga trayectoria en el exterior. Llegó a ser presidenta de Shell México, pero últimamente venía desempeñándose al frente de Gas Sayago SA [empresa propiedad de UTE y Ancap].
MJ —Correcto. Uno siempre busca un desafío mayor; es como los maratonistas, que se les caen todas las uñas del pie y están pensando en dónde es la siguiente maratón. Espero poder hacerlo bien, es una responsabilidad enorme, son esos gustos que son difíciles de explicar, pero yo estoy muy entusiasmada con el trabajo en Ancap, con esta oportunidad.
EC —¿Sigue entusiasmada seis meses después?
MJ —Sigo entusiasmada.
EC —Vamos a las novedades más recientes y después pasamos a lo que ha sido la gestión más en general. El viernes se informó de una mejora sensible en los balances de Ancap: en el primer semestre tuvo ganancias por US$ 78 millones. Repasemos esos números.
MJ —Quiero comentar que la presentación que hicimos en la conferencia de prensa está colgada en la página web de Ancap. Como dijimos cuando presentamos el balance 2015, en ese caso no era una buena noticia, pero empezamos a recorrer ese camino de tratar de dar información de calidad y seguimos, queremos atenernos a una rendición de cuentas con la frecuencia debida. En esa presentación se explican absolutamente todas las variaciones, los ingresos que subieron, los costos de materia prima que bajaron, etcétera. Resaltamos en la conferencia misma que estos resultados, no nos podemos engañar, tienen mucho del efecto de variables macroeconómicas, que representan un alivio el precio del crudo, el tipo de cambio; hay otros efectos subyacentes que tienen que ver con el control de los costos, pero son menores que el efecto del precio del crudo.
EC —Hay varios factores: reducción de costos, el precio del crudo y los precios de los combustibles en el mercado interno, la mejora del perfil de la deuda. ¿Qué proporción de estas ganancias del primer semestre se debe a un cambio real en la gestión de la empresa? ¿Tiene cómo cuantificar eso?
MJ —Hay costos como la mano de obra que son fijos y muy difíciles de mover. Los costos como viáticos, publicidad, consultorías, los que llamamos gestionables, esos son los que bajaron 16,7 %. El tema del reperfilamiento de la deuda es muy importante, en intereses se ahorraron US$ 11 millones en un semestre. Es mucho dinero. Por supuesto, el efecto del crudo está, como aparece en algunos análisis que se hicieron, explica alrededor de US$ 40 millones.