EC —¿Qué tipo de delegación acompaña al presidente Hollande en esta gira?
SI —Normalmente el presidente es acompañado por cuatro ministros: el nuevo ministro de Relaciones Exteriores –ex primer ministro–, Jean-Marc Ayrault, la ministra de Cultura y Comunicación [Audrey Azoulay], el secretario de Estado de Comercio Exterior y Turismo [Matthias Fekl] y el secretario de Estado de Deportes [Patrick Kanner]. Después vienen algunas personalidades como científicos, directores de universidades, figuras del mundo de la cultura y unos 20 empresarios, principalmente de pequeñas y medianas empresas que tienen proyectos de inversiones y de desarrollo en América Latina.
EC —Durante la visita de Vázquez a París, en la cena de honor que se le ofreció en el Palacio del Elíseo, cuando habló, el presidente Hollande dijo, entre otras cosas: “Tengo la intención de convencer a los empresarios franceses para ir a invertir al Mercosur”. ¿Ha habido resultados en esta dirección desde octubre hasta ahora?
SI —No, cinco meses es poco tiempo para tener una concreción de esas palabras. Pero hay algunos proyectos y algunas empresas interesadas en invertir en Uruguay o en América Latina en algunos proyectos. Vamos a ver si ese interés se concreta. En paralelo con la visita del presidente Hollande, el jueves vamos a organizar un foro entre los empresarios franceses y los miembros de la Cámara de Comercio Francesa en Montevideo, que reúne a algo más de 100 empresarios. No hay que olvidar que las empresas francesas ya están muy presentes en Uruguay, hay más de 60 empresas que representan entre 8.000 y 10.000 personas empleadas. A partir de esta reunión, que debería ser presidida por el ministro de Comercio Exterior francés y el subsecretario de Economía y Finanzas de Uruguay [Pablo Ferreri], vamos a ver cómo las posibilidades de inversiones se transforman en realidad.
EC —Eso es lo que más le interesa a Uruguay en esta relación, pero por lo visto Francia también tiene sus intereses. Ha trascendido el interés concreto en la venta de productos de su industria de armamentos, se ha mencionado en particular, en el caso de Uruguay, la posibilidad de venderle barcos y helicópteros militares. ¿En qué está eso?
SI —Hay un proyecto del Gobierno uruguayo desde hace mucho tiempo de comprar barcos patrulleros para controlar la zona marítima, y una empresa francesa que se llama DCNS, que está vinculada al Ministerio de Defensa, hizo una propuesta para la venta de tres barcos patrulleros.
EC —Un ejemplo de ese barco estuvo en el puerto de Montevideo hace pocos días.
SI —Un barco de ese tipo estuvo en Montevideo la semana pasada, L’Adroit.
EC —Era un barco multipropósito.
SI —Exactamente. No es un barco de guerra, es un barco que está construido para tareas por ejemplo de control de la zona marítima y de rescate; además, ante la eventual producción de petróleo offshore Uruguay va a necesitar tener capacidad de intervención en la zona marítima. Francia propuso esta solución, que es una solución de compra y de construcción.
EC —¿Cómo es eso?
SI —El primer barco sería construido en Francia, pero los otros dos serían construidos un 50-60 % en Uruguay, con una transferencia de tecnología y de competencias sobre la construcción de este tipo de barcos. La empresa está en negociación con el Gobierno uruguayo y ahora hay otras empresas que están en competencia. Vamos a ver cuál será la decisión final. Pero realmente la visita del presidente Hollande no se hace –como leí en la prensa– especialmente para vender dos barcos y un helicóptero. Consideramos que hay otros objetivos y otros motivos más importantes para discutir con el presidente Vázquez que solo la venta de un barco.
