Entrevista con el doctor Antonio Pascale, médico especialista en toxicología.
EN PERSPECTIVA
Lunes 25.04.2016, hora 8.18
EMILIANO COTELO (EC) —La muerte de cinco jóvenes que habían ingerido drogas sintéticas en una fiesta de música electrónica, en Buenos Aires, el sábado 16, provocó conmoción en los dos lados del Río de la Plata. Uno de los fallecidos era un estudiante universitario uruguayo de 22 años que había viajado a la capital argentina con un grupo de amigos a festejar un cumpleaños.
El debate hizo que mucha gente descubriera un fenómeno que no es nuevo y que también en Uruguay lleva años instalado. La tragedia podría haber ocurrido acá este verano o el verano anterior o en cualquier momento en los últimos tiempos.
¿Por qué ha crecido de esta forma esta moda en torno a estas sustancias? ¿Cómo y cuándo se consumen? ¿Qué efectos pueden tener en el organismo? ¿Cómo se hace para frenar esta tendencia?
En busca de respuestas a estas y otras preguntas, hemos invitado al doctor Antonio Pascale, médico especialista en toxicología.
Usted es profesor adjunto de Toxicología en la Facultad de Medicina de Universidad de la República, y también trabaja en el Portal Amarillo. ¿Cuál es su experiencia?, ¿cuántos años lleva trabajando en torno a estos temas?
ANTONIO PASCALE (AP) —Trabajo en la temática de drogas desde el año 2003, y básicamente dentro de nuestra labor como especialista en toxicología y también como docente del departamento trabajé muchos años y sigo trabajando en el Centro de Toxicología, primero como médico de guardia y ahora como profesor en el Centro de Información y Asesoramiento Toxicológico del Uruguay. Allí recibimos los casos, las consultas y brindamos el asesoramiento toxicológico para todo el país. Y está también la experiencia como médico toxicólogo en la urgencia y en el consultorio en la temática de drogas.
EC —¿Cuándo aparece este asunto de las drogas de diseño en el trabajo de ustedes?
AP —Cuando yo inicié mi trabajo en drogas ya estaba instalado. Las drogas de síntesis vienen con cierta fuerza en el mercado y en el uso recreativo o recreacional desde hace 20, 25 años.
EC —¿Qué son las drogas sintéticas o de diseño?
AP —Desde el punto de vista estrictamente científico, es mejor hablar de drogas de síntesis que de drogas de diseño. Las drogas de síntesis son sustancias químicas, son un conjunto enorme de variedades de sustancias químicas que se elaboran en laboratorios clandestinos, no tienen un origen natural de ninguna forma. Obviamente son ilegales y se elaboran con dos objetivos: por un lado, imitar y potenciar efectos de drogas clásicas –por ejemplo en el caso de las anfetaminas de síntesis, las anfetaminas clásicas–, ampliar el espectro de efectos buscados, y por otro lado hay un interés en lo que tiene que ver con la legalidad.
EC —¿Cómo es esto de la legalidad?
AP —Hay tantas sustancias porque con pequeñas variaciones en la molécula se van generando otras. Eso limita el control de los organismos o los convenios internacionales, porque surge una sustancia, usted la limita, pero le hacen un pequeño cambio y surge otra que también deben limitar. Y así sucesivamente.
EC —De todos modos hay una trampa de por medio, son todas drogas, son todas ilegales.
AP —Sí; el tema es que cambia la estructura química, cambia la nomenclatura y el convenio internacional debe incluir una nueva sustancia.
EC —¿En qué se diferencian estas drogas de síntesis de otras drogas más conocidas, como la cocaína, la pasta base, el LSD?
AP —En primer lugar, en el perfil. Específicamente en la anfetamina de síntesis, por ejemplo, hay una gran variedad, pero particularmente el éxtasis fue sintetizado en 1912 por el laboratorio Merck. Luego fue patentado en 1914 y fue utilizado para psicoterapia en la década de los 60. Es decir, tiene antecedentes de uso farmacológico que luego se dejaron de lado y fueron prohibidos, por sus efectos no buscados, sus efectos adversos o sus efectos tóxicos.
EC —Menciona el éxtasis porque de algún modo es el epicentro de estas drogas de síntesis.
AP —Sí, probablemente. Su nombre básicamente se refiere a una de estas anfetaminas de síntesis, cuando uno habla de éxtasis habla de MDMA (metilendioximetanfetamina). El problema, que surgió hace ya 25, 30 años, en países europeos, en Australia, es todo lo que tiene que ver con las adulteraciones, el agregado de otros derivados anfetamínicos, de otras de estas anfetaminas de síntesis, de medicamentos o de otras sustancias como cocaína o ketamina a la pastilla para en cierta forma abaratar el costo para el que la sintetiza y por otro lado para imitar o tratar de potenciar el efecto de alguna forma.