Entrevista con el diputado Fernando Amado (Batllistas Orejanos, PC).
EN PERSPECTIVA
Lunes 26.09.2016, hora 8.24
ROMINA ANDRIOLI (RA) —A pesar de encontrarse en uno de los peores momentos de su historia desde el punto de vista electoral, el Partido Colorado (PC) atraviesa un año de ebullición, con la proliferación de nuevos sectores y espacios que buscan devolver a la colectividad la influencia perdida.
La última novedad vino por el lado del diputado Fernando Amado, quien a mediados de mes lanzó Batllistas Orejanos (BO), una agrupación que intentará posicionarse como un movimiento de centroizquierda y disputar así la hegemonía que hasta el momento tiene Vamos Uruguay (VU) bajo el liderazgo de Pedro Bordaberry.
¿Cómo se gestó esta nueva corriente? ¿Cuál es el objetivo? ¿Cómo ha tomado las repercusiones generadas en la interna del partido?
Vamos a conversar sobre estos temas con el diputado Fernando Amado.
NICOLÁS BATALLA (NB) —¿Cuándo se termina de definir la creación de este nuevo sector? ¿Cómo fue el proceso de gestación?
FERNANDO AMADO (FA) —Primero sufrimos el divorcio con VU a fines del 2014. Ahí la agrupación nuestra, que venía militando desde hacía muchos años, primero en el Foro Batllista, después fundó VU y generó todo ese proceso de VU hasta que nos fuimos a fines del 2014, hizo un duelo, necesitábamos hacer un duelo. Fue necesario hacer un duelo, porque le habíamos puesto mucha energía, mucha esperanza, mucho sueño a lo que era el proyecto de VU cuando pensamos al principio que iba a ser algo distinto. Y también por la situación que estaba atravesando el PC después de la elección nacional, que profundizó su crisis, o las señales de luces más que amarillas, rojas, en mayo, cuando pasó lo que pasó en Montevideo y en otros departamentos del interior. El efecto [Partido de la] Concertación fue generando, en algunos departamentos concretos, una intención de algunos de que el PC no se presentara y que directamente fuera bajo el lema Partido Nacional (PN). En el caso de Florida fue muy claro, en el caso de Colonia, que tuvo como protagonista al hoy senador de la Concertación, en aquel momento diputado del PC, que arreglaba por abajo con el que iba a ser candidato a intendente del PN.
RA —Se está refiriendo a Daniel Bianchi.
FA —A Bianchi, que lo negaba, pero que después quedó muy claro que era así. Esa situación nos hizo primero hacer un duelo, y después empezar a hacer lo que sentíamos ya hacía mucho que necesitábamos hacer y que debíamos hacer, pero que por un tema de edad, de formación, de procesos políticos que uno va generando cuando es relativamente joven, no habíamos encontrado el momento para hacer, que era decir “salimos a la intemperie, armamos nuestro sector y que sea lo que el trabajo nuestro diga, si logramos sintonizar con la gente”.
Esa propuesta termina madurándose en el último año, en que tomamos algunas decisiones muy meditadas, y que por eso son sin retorno, son decisiones de ir hasta el final, de hacer un planteo muy claro, muy nítido, muy fuerte y sin la posibilidad de plan B. Yo siempre digo y le digo a la gente que anda alrededor del proyecto cuando viene con una visión un poco más precavida, de tener algún plan de escape por si no sale bien esto: no, estamos concentrados en el plan A, el plan A es haber presentado el sector como lo presentamos, seguir un camino que es de confrontación interna, es notorio, política e ideológica, no personal, pero sí fuerte y dura, de pierna dura, y pretendemos llegar hasta el final.