Entrevista con Eduardo Bonomi, ministro del Interior.
EN PERSPECTIVA
Lunes 07.08.2017
EMILIANO COTELO (EC) —En seguridad pública, uno de los problemas más sensibles para la población y un área de fuerte enfrentamiento entre oposición y gobierno, los números vienen mostrando mejoras interesantes.
El último informe del Observatorio Nacional sobre Violencia y Criminalidad, presentado el jueves pasado, arrojó que en la comparación del primer semestre del año con igual lapso de 2016 se registraron descensos de 7,1 % en la cantidad de homicidios, 10,6 % en las rapiñas y 3,6 % en los hurtos. Al mismo tiempo, se constata que los delitos aparecen fuertemente concentrados en la zona metropolitana de Montevideo y sobre todo en los barrios del oeste y el norte de la capital.
¿Qué primer balance se puede hacer a partir de estas estadísticas? ¿Qué líneas de acción van a desarrollarse a partir de ahora?
Vamos a conversarlo con el ministro del Interior, Eduardo Bonomi.
Es la segunda vez que hablamos en pocos días, la anterior fue el martes de noche en Telemundo. En esa ocasión no le pregunté por seguridad pública, casi no hablamos de seguridad pública, hoy sí vamos a ir por ese lado, aprovechando las cifras que se conocieron el jueves.
EDUARDO BONOMI (EB) —Que son hasta fines de junio.
EC —Primer semestre, hasta el 30 de junio. Empecemos por el capítulo rapiñas. El informe indica que en la comparación del primer semestre del año con el mismo lapso de 2016 se produjo un descenso de 10,6 %, una caída considerable. ¿Cómo explica esta evolución?
EB —Y además eso se da sobre la baja del año pasado. El año pasado hubo una baja menor, de poco menos de 4 %, y se suma. Yo lo explico por el lado del PADO (Programa de Alta Dedicación Operativa), al que generalmente se ve como tres policías que están caminando en una cuadra o dos. Esa es la parte que se ve, la parte que no se ve surge de un análisis criminalístico que se basa en los puntos calientes, los puntos donde se producen mayor cantidad de delitos en el año, mayor concentración de delitos, que se modifica día a día. Hay un grupo de análisis criminal, que funciona todos los días, que va viendo cómo se mueve, los pequeños movimientos que hay, y los policías que tienen alta dedicación se mueven atrás de los cambios que produce la delincuencia.
EC —¿Qué significa alta dedicación en este caso?
EB —Significa no mayor horario, no tienen horario de ingreso, puede variar día a día, y tampoco zona fija. Esto lo habíamos hecho en el 2015, pero cuando se movían los delincuentes no podíamos seguirlos porque los policías tenían horario fijo –como todo empleado, funcionario del Estado– y zona fija. Esto rompe ese esquema, y para eso tienen un complemento de aproximadamente el 30, 33 % del sueldo
EC —¿Hoy dónde están desplegados básicamente los operativos del PADO?
EB —Como usted dijo, en las zonas 3 y 4, que son el oeste y el noroeste de Montevideo. Pero no toda esa zona, son 28 circuitos. Los puntos calientes son puntos de 10 metros donde se concentran los delitos, más de 10 o 15 delitos en el año; los segmentos son una cuadra o dos donde existen varios puntos calientes, y circuito es la zona que abarca esos segmentos y puntos calientes sueltos. Son 28 en total en Montevideo y existen solamente en las zonas 3 y 4.
Ahí es donde se ve esto. Y la baja que se produce en esos lugares es mucho mayor que esta de la que estamos hablando de todo el país. Porque el acumulado de baja de la rapiña desde fines de 2015 a la fecha es de 12 %, pero en algunos de esos lugares supera el 40 %.
EC —Mirando el detalle por departamentos, son claras las caídas en la cantidad de rapiñas en Montevideo, Canelones, Colonia, Maldonado, Rocha, y esos datos contribuyen a la caída del total a nivel nacional.
EB —Son 10 u 11 departamentos.
EC —Hay varios departamentos donde es muy clara la caída. De todos modos, hay otros, varios, que muestran subas: San José, Paysandú, Río Negro, Rivera, Durazno… ¿Cómo se interpreta ese comportamiento diferenciado?
EB —San José es el que llama la atención porque allí también hay PADO en una zona, en Ciudad del Este.
EC —En San José en el primer semestre de 2016 hubo 87 denuncias de rapiña y en el de 2017, 133. De 87 a 133 es un aumento importante.
EB —Sí, es uno de los más importantes. Los más importantes son San José y Salto; en Paysandú ha habido una suba, pero es baja, creo que ahí está controlado, se va a producir la baja también.
EC —En Salto se dio un aumento de más del 100 %, de 40 a 85 denuncias de rapiña.
EB —Sí. Ahí hemos hecho cambios. En San José no, en San José completamos el PADO y probablemente –ahora se votó en la Rendición de Cuentas– se amplíe más adelante. En Salto hemos hecho cambios y hemos hecho lo que hicimos en Paysandú para lograr una baja, porque allí el año pasado había un alza que estaba descontrolada y ahora está controlada, se llevó la Guardia Republicana y a partir de ahí un cambio en la Jefatura. En Salto ahora está yendo la Guardia Republicana, hay varios efectivos de la Guardia Republicana, y en los últimos 10 días ha habido una baja importante. No así en San José, por eso en este momento el problema que estamos viendo es San José. Pero pensamos que se va a controlar. Los departamentos donde hay subas de tres, cuatro rapiñas no los tengo en cuenta, pero San José y Salto sí son importantes.
EC —Durazno desde el punto de vista porcentual tiene un aumento también importante, sube de 8 a 24. Claro, en números absolutos son números bajos, pero la cantidad de rapiñas se triplicó en el primer semestre en comparación con el mismo período de 2016.
EB —Pero en Salto y Paysandú es alto en términos porcentuales y en términos absolutos.