Entrevista con el licenciado Diego Olivera, secretario general de la Junta Nacional de Drogas.
EN PERSPECTIVA
Martes 18.10.2016, hora 8.20
EMILIANO COTELO (EC) —¿Qué tienen en común Superman, Batman, Popeye, los Minions, Fido Dido, Gasparín, Godzilla? Si su respuesta es que se trata de personajes de cómics o dibujos animados, está en lo correcto. Pero también podría haber dicho “tipos de drogas sintéticas”, y también habría acertado.
Las drogas sintéticas, que habitualmente se comercializan en forma de pastillas con distintos logos o dibujos impresos en ellas, se han ido haciendo cada vez más habituales en el mundo y también en Uruguay.
Según un estudio presentado la semana pasada por la Junta Nacional de Drogas (JND) y otras instituciones, la cantidad de personas que consumen este tipo de alucinógenos ha crecido exponencialmente en los últimos años, aumentando los riesgos de intoxicación o, incluso, de sufrir una crisis grave de salud.
¿Qué está haciendo el gobierno al respecto? Vamos a conversarlo con el secretario general de la JND, Diego Olivera, que asumió ese cargo en julio pasado.
Usted tiene 37 años, es licenciado en Trabajo Social por la Universidad de la República (Udelar) y está terminando una maestría en Políticas Públicas en la Universidad Católica. Asumió como director de la JND en julio. ¿Cómo llegó a ese cargo?
DIEGO OLIVERA (DO) —Fui convocado por el gobierno, por la Presidencia de la República. Yo venía trabajando en el ámbito de las políticas sociales, concretamente en las políticas de juventud. Evidentemente se entendió que podía realizar un aporte allí, y aquí estamos, con mucho trabajo y mucho compromiso.
EC —Durante cuatro años, 2012-2016, coordinó el programa Jóvenes en Red, del Mides. ¿Ese contacto con jóvenes ayuda ahora en el desempeño de este cargo?
DO —En algunos aspectos sí; no quiero caer en el facilismo, en el que a veces se cae, de asociar demasiado el fenómeno de las drogas a los jóvenes, porque no es efectivamente así. Hay algunas sustancias que tienen una prevalencia mayor en jóvenes, pero no son todas. Sí me sirvió mucho para entender los fenómenos que hacen a la exclusión social, porque en Jóvenes en Red trabajábamos particularmente con las situaciones de vulneración social, y allí a veces, en el marco de la segregación residencial y de fenómenos de violencia y conflictividad en algunos de los barrios donde trabajábamos, aparecía el fenómeno de las drogas como un fenómeno que había que atender.
EC —¿Y su relación con el área de las drogas de dónde venía?
DO —Viene de un interés general por la política pública y de esto que te decía del trabajo de las políticas sociales en el área de inclusión social.
EC —Con su nombramiento hay un cambio importante en materia de edades. Sus dos antecesores inmediatos, Milton Romani y Julio Calzada, superan los 60 años. ¿Este factor de que usted tenga 37 años puede marcar una diferencia con respecto a las gestiones anteriores?
DO —Es probable. No hace a lo específico del tema drogas, sino a la presencia de personas relativamente jóvenes. No me considero estrictamente joven, al menos no para la definición formal burocrática de joven que va hasta los 29 años aquí en Uruguay, pero sí para lo que es el promedio de los funcionarios en cargos de gobierno. En ese sentido me siento muy honrado y además responsable de que una buena gestión también dé cuenta de que es posible hacer un recambio generacional en los cargos de decisión, algo en lo que la cultura uruguaya y la política uruguaya no siempre ha tenido el mejor desempeño.
