Entrevista con el ingeniero agrónomo Tabaré Aguerre, ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca.
EN PERSPECTIVA
Martes 20.09.2016, hora 8.13
EMILIANO COTELO (EC) —El sábado pasado, en el cierre de la Expo Prado, Ricardo Reilly realizó su último discurso como presidente de la Asociación Rural del Uruguay (ARU). Sus palabras no pasaron desapercibidas.
(Audio Ricardo Reilly)
Hoy vemos con preocupación que varios indicadores de producción, que habían evolucionado de forma positiva en los últimos años, se encuentran estancados o en retroceso. Caída de las exportaciones, caída de precios internacionales, altos costos de producción que se tornan cada día más estructurales, así como un atraso cambiario creciente son solo algunas de las variables que están afectando negativamente la rentabilidad de diferentes sectores y por lo tanto la competitividad del Uruguay productivo en su conjunto.
(Fin audio)
EC —Reilly enumeró varios temas de preocupación para la ARU, entre ellos la crisis que atraviesa la lechería, el alto nivel de endeudamiento de los productores, la falta de inversiones en infraestructura y la presión tributaria que pesa sobre los agronegocios. Además, cuestionó frontalmente varias políticas llevadas adelante por el Poder Ejecutivo.
A continuación habló el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, como es habitual. Aguerre recomendó ver “el vaso medio lleno”, destacó logros de los Gobiernos del Frente Amplio (FA) y observó un “tono político” en el planteo realizado por Reilly.
¿Qué dejó esa polémica? ¿Qué visión tiene el Poder Ejecutivo sobre el futuro del agro en Uruguay? ¿Qué posibilidades hay de aproximación entre las dos posturas?
Vamos a conversar con el ministro Tabaré Aguerre.
¿Cómo tomó el discurso del ingeniero Ricardo Reilly el sábado?
TABARÉ AGUERRE (TA) —Con sorpresa. Basta comparar el discurso del ingeniero Reilly del año pasado con el discurso del ingeniero Reilly de este año; yo el año pasado elogié la coherencia y sobre todo la coincidencia en aquellos aspectos que están entre los factores manejables. Que tenemos dificultades ya sabemos, pero ni la situación del país ni la situación del mundo cambiaron radicalmente entre setiembre del año pasado y setiembre de este año.
EC —¿No? En el agro en particular ha habido más señales amarillas.
TA —Mirémoslo como conjunto. El Uruguay es el país que tiene la relación exportación-consumo interno de productos agropecuarios más alta del planeta, nuestro negocio es el mundo. Tenemos un mundo que ha tenido una disminución de comercio en términos de volumen, ha habido una disminución de demanda, y Uruguay disminuyó el intercambio comercial en valor monetario con todos los países, salvo Estados Unidos, pero no ha dejado de producir, ha enfrentado dificultades de precios internacionales, como históricamente ha habido.
Cuando yo hablo del medio vaso lleno o el medio vaso vacío, digo que tuvimos siete años de crecimiento ininterrumpido, la lechería creció 57 % en términos reales sin haber aumentado la superficie, en un esfuerzo notable de incorporación de insumos, intensificación y reinversión. Buena parte de los problemas que tiene la lechería hoy son porque, dadas las características socioeconómicas de la mayoría de sus productores, reinvirtió todo el buen momento –es una actitud elogiable y poco conocida por el público urbano–, pero no está exenta de los vaivenes del precio internacional. En setiembre del año pasado estábamos en problemas con la lechería con la leche a US$ 1.900 la tonelada, y hoy seguimos en problemas pero con la leche a US$ 2.800. Hoy a mediodía tendremos el siguiente remate de Fonterra, que es una referencia internacional; ojalá esas tres subas consecutivas se consoliden en una tendencia que nos permita ver el escenario futuro.
