Entrevista con Faustino Rodríguez, presidente del Sunca, y Mario da Silva, secretario de Prensa y Propaganda de la departamental Montevideo del Sunca.
EN PERSPECTIVA
Miércoles 15.06.2016, hora 8.20
EMILIANO COTELO (EC) —Cuando la industria de la construcción atraviesa un momento delicado, con caída de la actividad y del empleo, el sindicato del sector, el Sunca (Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos), acaba de desarrollar su 16º Congreso, que mostró una participación pocas veces vista en el movimiento sindical uruguayo: más de 1.800 delegados, la mitad de ellos del interior.
Previendo que deberá enfrentar desafíos difíciles, el gremio tuvo otra noticia, la de que su dirigente Óscar Andrade deja la banca de diputado para la cual fue elegido por el Partido Comunista y vuelve a su condición de sindicalista. ¿Lo resolvió él? ¿Lo resolvió el congreso? Es bueno averiguarlo, porque la información no ha sido clara en ese sentido.
Por otro lado, el congreso decidió impulsar planes de gobierno vinculados con la obra pública y la vivienda, y también una serie de leyes, una de ellas que crea un fondo de insolvencia patronal.
Vamos a conversar con el presidente del Sunca, Faustino Rodríguez, y con Mario da Silva, que es secretario de Prensa y Propaganda de la departamental Montevideo.
¿Este congreso que tuvo lugar hasta el sábado pasado fue el más grande de la historia del movimiento sindical, como dijeron algunos el fin de semana?
FAUSTINO RODRÍGUEZ (FR) —Yo diría que es el más grande en la historia del Sunca, sin duda es el más grande. Veníamos del anterior que fue también muy importante, muy grande, pero este lo superó. Incluso ahí hay una situación que hemos analizado, que habiendo 18.000 trabajadores menos que en el 2013 no se entendería cómo hay una más alta participación de delegados.
EC —En el congreso anterior habían participado 1.900.
FR —Sí, estaban registrados, participaron menos. Creo que ahí está la continuidad de nuestro trabajo desde el 15.º Congreso, en el 2013, que no perdió la vinculación en los centros de trabajo con los trabajadores, prestándole fundamentalmente atención a todo el interior de la República, donde a veces hay complejidades, porque hay menos trabajo y es fundamental el sostenimiento de las direcciones departamentales. Y el convencimiento en todo caso de los trabajadores, que les interesó la participación en el congreso. Vinieron con propuestas, se discutieron propuestas. Una cuestión interesante es que tuvimos la oportunidad –siempre se hace– de darle amplia difusión al documento de discusión base, todos los trabajadores tuvieron en sus manos el documento.
EC —Es bueno explicar eso, el congreso no se desarrolló solamente en estos tres días, tuvo toda una parte previa. ¿Cómo fue la previa?
FR —Tuvimos casi 45 días con los documentos en los centros de trabajo. Esos documentos se analizaban, se discutían en asambleas de los trabajadores, y después los trabajadores terminaban definiendo su delegado. Son una cuestión bien democrática las cuestiones de los congresos del Sunca, acá quedó demostrado una vez más.
