Entrevista con Álvaro Lamé, presidente de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información.
EN PERSPECTIVA
Miércoles 21.09.2016, hora 8.21
EMILIANO COTELO (EC) —Dar clase a un estudiante que vive en Colombia. Crear un diseño gráfico para una empresa en EEUU. Hacer una traducción para un estudio jurídico ubicado en Fray Bentos. Llevar la contabilidad a una firma instalada en Tacuarembó. Todo puede hacerse hoy desde una casa en Montevideo, por ejemplo. Esta modalidad, conocida como teletrabajo, viene creciendo exponencialmente y, parece, necesita ya la regulación.
Los teletrabajadores constituyen 8 % de la fuerza laboral uruguaya. Sin embargo, suelen estar en la informalidad, ya que no cuentan con un marco regulatorio para su actividad. Con el fin de cambiar esa realidad, la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI) comenzó a impulsar un proyecto de ley de teletrabajo.
Este fue uno de los temas abordados ayer en la reunión que mantuvieron el presidente de la CUTI, Álvaro Lamé, el ministro de Trabajo, Ernesto Murro, y el subsecretario Nelson Loustaunau, en el que también se analizó un plan para formar a personal destinado al sector.
Vamos a conversar con el presidente de la CUTI, Álvaro Lamé, director de la empresa Netgate.
En primer lugar, ¿qué es la CUTI?
ÁLVARO LAMÉ (AL) —La CUTI es la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información, la cámara que nuclea a casi el 70 %, 80 % de las empresas que hay hoy en la industria, desarrollando software, integrando software, y tiene más de 25 años. Hemos retomado la presidencia, yo ya había estado cuatro años hace cuatro años, dos períodos, y ahora nos volvimos a embarcar en este desafío, que es muy lindo, que requiere mucho esfuerzo y trabajo y que tiene para nosotros desafíos importantes. Uno es el tema de la ley de teletrabajo, por el que estamos trabajando con el ministerio y con otros actores, porque a partir de anunciar que estábamos en el tema se han ido sumando otros actores. Y quizás como desafío más importante todavía, la formación de talento o de personas con talento para la industria, una industria que tiene desocupación cero desde hace ya muchos años, es la limitante que tenemos para crecer. Esta industria crece si tiene gente, si no tiene gente no crece.
EC —Ya que hablamos de tecnologías de la información, ¿qué quiere decir ese concepto? Tú mencionaste el software; ¿qué más?
AL —Hay una definición de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Tiene que ver con software, tiene que ver con contenidos, tiene que ver con redes de comunicación. Hay todo un ecosistema alrededor de las TIC que no es solamente software. De hecho la cámara nació como CUS, Cámara Uruguaya del Software, y ya hace unos cuantos años cambiamos esa definición para poder integrar a todos los actores que tuvieran que ver con este ecosistema que termina formando las TIC, internet, todo esto que vemos todos los días y estamos habituados a usar.
EC —La última definición: teletrabajo. Trabajo a distancia; ¿qué más?
AL —Trabajo a distancia, están los freelancers, el trabajo global, trabajo móvil. Si querés una definición que está más de moda, el teletrabajo es el Uber del trabajo, por ahí también tiene un impacto importante en las empresas y obviamente en las personas.
EC —No estamos hablando solo de trabajo de un país a otro, sino también de trabajo dentro de un país entre dos ciudades, o entre dos barrios de una ciudad, porque capaz que alguien trabaja en una empresa en Montevideo, por ejemplo, pero no va a la empresa todos los días, hace buena parte de su tarea en su casa, también en Montevideo.
AL —Es una de las realidades de la industria. Tiene que ver con el tema de desocupación cero y con las dificultades que tenemos las empresas para conseguir personas con talento. De alguna manera el trabajador está en una condición de que hay muy buena relación, está todo bien, pero te va exigiendo mejores condiciones de trabajo, y entre ellas la flexibilidad que le ofrece el teletrabajo. En el sector hoy es bastante común, y no deja de ser una situación de contingencia, porque no hay una regulación que reglamente el funcionamiento y la relación del teletrabajador cuando está en la casa. No hay un horario, porque el horario pasa más por el trabajo que tiene que hacer y el trabajo hecho, y no tanto por el horario, que no es fácil de controlar. Acá no vas a marcar tarjeta, no entrás a las 8 de la mañana y salís a las 5 de la tarde y en base a eso se te paga tu salario, acá podés trabajar a la hora que quieras. El objetivo de la empresa en particular es que el trabajador cumpla con su trabajo en tiempo y forma independientemente de cuándo lo hace. Si quiere trabajar toda la noche, trabaja toda la noche y al otro día tiene libre. Da una serie de condiciones al trabajador; en este momento es más del lado de los trabajadores que están empujando para que este tipo de soluciones sean normales dentro del sector y creo que dentro de todos los sectores, porque se han ido arrimando otros sectores.