Entrevista con la ingeniera Marta Jara, presidenta del directorio de Ancap.
EN PERSPECTIVA
Miércoles 29.03.2017, hora 8.26
EMILIANO COTELO (EC) —Después de cinco años dando pérdidas que acumularon un rojo de US$ 800 millones, en 2016 Ancap consiguió un resultado positivo.
(Audio Marta Jara)
Estamos muy contentos de anunciar un resultado positivo de US$ 15 millones.
(Fin audio)
EC —Sin embargo, esos números no dejaron a todos conformes.
(Audio Pablo Mieres)
Lamentablemente no hay nada que festejar. El resultado positivo no es la consecuencia de un esfuerzo genuino por el cambio de una situación, sino que es el resultado de cargarle el monto de la diferencia a la gente cuando carga nafta, a la producción cuando carga gasoil, a la gente cuando paga boleto. Estamos pagando un combustible que está por encima de lo que debería estar, y la propia conducción de Ancap lo reconoce. Por lo tanto, si el combustible costara lo que de acuerdo a la evolución del precio del crudo y del dólar debería costar –y esta diferencia viene desde enero de 2015, cuando se ajustaron los precios de combustibles por encima de la paramétrica–, Ancap no habría ganado nada.
(Fin audio)
EC —¿Qué análisis hacen las autoridades de los nuevos números de Ancap? ¿Qué otras medidas van a resolverse ahora?
Vamos a conversarlo con la ingeniera Marta Jara, presidenta del directorio de Ancap.
Para empezar, veamos cómo se explican estos US$ 15 millones que Ancap obtuvo de ganancia. Desde el año pasado, usted y otros integrantes del directorio venían destacando la mejora que estaba dándose en la deuda del ente, lo que permitió una reducción del pasivo y de las tasas de interés. También parece clara la reducción de costos administrativos y de la publicidad, por ejemplo. Pero –esta es la pregunta que anda dando vueltas con más fuerza– ¿cuánto incidió en ese resultado positivo el hecho de no haber trasladado a las tarifas de los combustibles en el mercado interno la caída del precio del petróleo en el mercado internacional?
MARTA JARA (MJ) —Estamos en una política de ser totalmente transparentes, de poner todos los temas sobre la mesa y lograr la mayor visibilidad de dónde están los problemas, porque creemos que eso nos ayuda a lograr los consensos para ir haciendo las transformaciones que son necesarias.
En ese sentido, presentamos un análisis de todas las diferencias versus el año anterior para que se viera cuánto incidía cada una de esas cosas. Si usted mira la apertura por líneas de negocio, va a ver cuál fue el resultado del negocio de combustibles, y si bajamos de línea en el balance, más allá del resultado netamente operativo, todos los otros elementos que van haciendo que el resultado vaya disminuyendo.
Una de las cosas importantes que hicimos es la gestión de la deuda y asegurarnos de mejorar la base patrimonial de Ancap, porque eso va a la solidez, a la sustentabilidad de la empresa. Arrancamos con poco más de US$ 100 millones de patrimonio y hoy tenemos US$ 700 millones. Por supuesto, capitalización del Ministerio de Economía mediante, pero lo importante es que de un apalancamiento –cuánta deuda sobre patrimonio tenemos– de 4,5 pasó a 1,38. Si alguien le tiene que prestar dinero a Ancap y la compañía está endeudada en $ 4,5 por cada peso que tiene de activos, es una situación que realmente acorrala.