Entrevista con el doctor Jorge Díaz, director de la Fiscalía General de la Nación.
EN PERSPECTIVA
Viernes 17.02.2017, hora 8.29
EMILIANO COTELO (EC) —Después de ocho meses de avance lento, la investigación de la justicia penal sobre Ancap iba a tener un primer paso importante la semana próxima, ya que estaban agendados los primeros interrogatorios. Sin embargo, un giro sorpresivo que se dio este miércoles vino a colocar un gran signo de interrogación sobre el futuro de este expediente.
El fiscal de Corte, Jorge Díaz, lo calificó como “un balde de agua fría”. La doctora María de los Ángeles Camiño, la fiscal de Crimen Organizado a cargo del caso, había pedido el traslado a otra sede.
La solicitud se basó en motivos de salud, pero varios representantes de la oposición manifestaron su preocupación por las repercusiones que podría tener, frenando, dilatando las actuaciones.
¿En qué situación queda esta investigación? ¿Qué hay que esperar para los próximos días?
Vamos a conversarlo con el fiscal de Corte, doctor Jorge Díaz.
En la conferencia de prensa que usted dio ayer, afirmó que el pedido de la fiscal le cayó como “un balde de agua fría”. ¿Por qué?
JORGE DÍAZ (JD) —Es una expresión muy típica por lo menos en Cerro Largo, el departamento del cual soy oriundo. Significa que cayó de sorpresa, y en términos generales los baldes de agua fría son una sorpresa no agradable. No era algo que tuviéramos en la agenda, no era algo que tuviéramos en el horizonte. Imagínese que vamos al 16 de julio, a la implementación de un nuevo Código del Proceso Penal. Este significa un cambio profundo no solamente en la estructura, sino en el funcionamiento y en aspectos culturales del funcionamiento de la administración de justicia, en que los fiscales vamos a pasar a cumplir un rol totalmente distinto del que venimos cumpliendo hasta ahora. Nuestro trabajo en este momento, con el equipo de implementación y prácticamente con toda la Fiscalía, está en el reacondicionamiento del edificio para las fiscalías penales de Montevideo, los sistemas de información, todo lo que tiene que ver con la informática, todo lo que tiene que ver con cómo vamos a distribuir las cargas de trabajo, cómo vamos a armar los turnos de Flagrancia en las fiscalías especializadas que pretendemos crear en Homicidios y en Delitos Complejos. Estamos pensando de cara al futuro con una casa ordenada y este tipo de cosas nos hacen mirar hacia atrás y a ordenar algo que creíamos que estaba en su lugar.
EC —¿También es un balde de agua fría por el caso en particular, el caso Ancap?
JD —Este caso y algún otro que está en esa fiscalía lo que hacen es ponerle una pesa más al problema. Las fiscalías de Crimen en general siempre son miradas con lupa por la opinión pública, y me parece bien. Esa es una de las cosas que pretendemos cambiar en el futuro, las fiscalías tienen una concentración muy grande de temas, han dejado de ser especializadas. Uno se pregunta ¿especializadas en qué?, porque son especializadas en lavado o en trata de personas o en corrupción o en droga. Se les han ido incorporando una multiplicidad de tareas, la especialización se ha ido perdiendo y nosotros pretendemos que eso cambie e ir sí a una especialización: Fiscalía de Drogas, Delitos Complejos, Delitos Sexuales, Trata, etcétera. Evidentemente esa sobrecarga de temas y de temas que la opinión pública está mirando hace que efectivamente una sustitución en una de esas fiscalías sea observada con mucho cuidado.