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Entrevista con la senadora Lucía Topolansky (MPP, FA)
EN PERSPECTIVA
Viernes 20.01.2017, hora 8.14
ROMINA ANDRIOLI (RA) —En 2017, el Frente Amplio (FA) deberá enfrentar varios desafíos que, en principio, parecen bastante complejos.
Entre otras cosas, deberá encarar su primera rendición de cuentas sin mayorías parlamentarias, justo cuando en los hechos se parece bastante a una ley de presupuesto para el resto de la actual administración. Pero además, el partido de gobierno tendrá que ir delineando las figuras que podrían estar en carrera en las próximas elecciones nacionales, al mismo tiempo que debate si debe buscar alianzas por fuera del oficialismo para ampliar su base electoral.
En esas discusiones, un papel central lo jugará el principal sector frenteamplista, el Movimiento de Participación Popular (MPP), que a su vez está inmerso en un proceso de renovación cuyo desenlace aún está por verse.
Para hablar de todos estos temas y seguramente de otros, recibimos a la senadora del MPP Lucía Topolansky.
NICOLÁS BATALLA (NB) —Hoy es un día particular, los ojos del mundo están puestos en Estados Unidos, con la asunción de Donald Trump. ¿Qué importancia le da a una jornada como esta?
LUCÍA TOPOLANSKY (LT) —Muchísima, porque Estados Unidos es la primera economía del mundo. Nadie puede pasar indiferente. No sé si el elector estadounidense es consciente, cuando vota, de que en realidad vota algo más que el presidente de su país.
NB —Y más allá de la relevancia del cargo en concreto, ¿el hecho de que sea Donald Trump quien asume?
LT —En primer término, el sistema democrático estadounidense no me gusta, porque la elección es indirecta y termina pasando lo que pasó: la señora Clinton tuvo más votos y sale el que tiene menos. No es la primera vez que pasa esto. No sé por qué el sistema es así, pero prefiero la democracia directa. Por otro lado, el Partido Republicano ha sido históricamente más conservador que el Partido Demócrata. Veremos qué pasa. Los anuncios de la campaña electoral son bastante difíciles de tragar.
Leía ayer el análisis de unos politólogos que decían que la zona más afectada va a ser México, América Central y los países del Caribe, y es verdad, porque están allí. Aquello de Porfidio Díaz: pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos, más que nunca. México ya está sufriendo las consecuencias.
Probablemente el impacto en el sur sea distinto, pero el problema es el mundo globalizado. Estamos viviendo cosas impensadas, que la conferencia principal de Davos la diera el presidente de China es una película que no me había imaginado ver. Uno tiene más interrogantes que certezas, falta información posta, de fondo, para saber qué va a pasar.
RA —Pasando a los temas locales, en los últimos días se generó una polémica política a partir de unas declaraciones suyas sobre el ministro del Interior, Eduardo Bonomi. Consultada sobre si el MPP prefiere contar con el aporte de Bonomi en el Senado, usted contestó: “Exactamente, pero además tenemos que meternos en los zapatos de que hace siete años que está en uno de los ministerios más difíciles”. Y agregó: “Bonomi lo dijo, esto está en un acta parlamentaria, dijo ‘si fuera por mis compañeros, ellos preferirían que yo dejara el ministerio’, porque es verdad”, y recalcó que hace siete años que está en el cargo y que es un cargo muy desgastante. ¿A qué se refería con esas declaraciones?
LT —La pregunta de la periodista vino por otro lado. Nosotros estamos haciendo un proceso de recambio, en la Cámara de Diputados tenemos la bancada más joven de lo que es MPP –el Espacio 609 es algo más grande y allí las decisiones del MPP en estas cosas no cuentan–. Tenemos un solo diputado veterano, que es el diputado Batistoni, pero los demás son los más jóvenes del Parlamento. Eso es deliberado.
RA —Fabini, Caggiani, Alejandro Sánchez…
LT —Manuela Mutti, que es mujer, del interior y joven, la más joven del Parlamento. Pero parecería a veces que esas cosas no se registran. El día que hicimos la transición de Agazzi, por las distintas cosas que se decían en sala se flechaba como si fuera una decisión individual, que no lo fue. Yo no iba a hablar, porque para mí era una decisión política, con un fundamento bastaba, pero al final hablé para aclarar que era una decisión colectiva, y que si el día anterior le hubiéramos dicho a Agazzi “no renunciés”, él habría partido en cuatro la renuncia. Esto es muy importante, yo creo en la democracia de partidos. Le explicaba eso a la periodista. Entonces me preguntó por las siguientes renuncias.
Yo tengo 72 años, creo que puedo pasar a otra función. No voy a dejar de militar nunca, mientras la vida me dé, pero la militancia no pasa solo por el Parlamento. Y mi suplente es Charles Carrera, que es el número tres del ministerio, entonces ahí dije que dependía un poco del ministro. A raíz de eso salió esa conversación. Yo conté esa anécdota, que en la interpelación pasó desapercibida, porque había una especie de focalización en si había cinco rapiñas más, cinco menos, en una situación de los delitos y no de la globalidad de un ministerio que es complejísimo y en el que creo que el mejor ministro que ha habido desde la salida de la dictadura ha sido Bonomi. Pero él mismo dijo “mis compañeros” y yo tomé esa frase, no es que yo estuviera proponiendo eso.
RA —¿El MPP […]?
LT —Esto depende del presidente. Cuando empezó el primer gobierno del Frente, decidimos que para los compañeros que el presidente nombrara ministros o en cargos de responsabilidad política la línea de mando es el presidente. Esto es muy importante, pero parece que no se entiende. Yo no le voy a dar una orden a Bonomi como MPP; se la da el presidente, el presidente lo saca y lo pone cuando se le antoja y la discusión es con el presidente. La línea de mando es trascendental.
Yo sé lo desgastante que es esa función, y además Bonomi se la toma 24/24, no se la toma livianito. Y nosotros lo queremos al compañero, por eso una cosa es el deseo, uno dice “ojalá en algún momento pueda ir a otra función”, pero en este momento las medidas, ese plan que con tanto trabajo y a pesar de todo el viento en contra que le ponen realizó, empieza a dar sus resultados. Entonces que por lo menos disfrute, es todo contradictorio.
Ese fue el contexto de lo que yo dije. Tomaron eso, porque acá pasa cualquier cosa, no me gustó el desfile de Carnaval, que se vaya Bonomi, hay un chiste en ese sentido que anda por las redes. Pasa cualquier cosa y se centraliza allí. Es como un envenenamiento.