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Facal & Cía., desde 1958 asesores en comercio exterior y aduanas
Entrevista con Carlos Moreira, intendente de Colonia.
EN PERSPECTIVA
Viernes 27.01.2017, hora 8.20
EMILIANO COTELO (EC) —En el departamento de Colonia se viven por estos días dos escenarios bien diferenciados.
Por un lado, una explosión del turismo está generando un nivel de actividad interesante, sobre todo en Colonia del Sacramento y otras ciudades, como Carmelo.
Pero, por otra parte, la incertidumbre se ha adueñado de Juan Lacaze, amenazada por la posibilidad de que Fanapel, la última gran industria de esa localidad, cierre sus puertas definitivamente.
Para acercanos a este panorama de contrastes, vamos a conversar con el intendente de Colonia, Carlos Moreira.
¿Lo encuentro en la ciudad capital?
CARLOS MOREIRA (CM) —Exactamente.
EC —Colonia del Sacramento, que va a celebrar este fin de semana los 337 años de su fundación. ¿Hay alguna actividad especial prevista?
CM —Tenemos actividades de todo tipo en la ciudad. Es la segunda ciudad más vieja del Uruguay, se fundó en 1680, más de 40 años más vieja que Montevideo, así que vaya si tiene historia la Colonia del Sacramento. Por esa historia excepcional que tiene, escenario de las luchas de los imperios en aquel siglo de su nacimiento, fue luego declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad. Esa historia viva sigue siendo un enorme atractivo para la ciudad, la Colonia del Sacramento, y para el departamento de Colonia. Vaya si lo sentimos así. Así que tenemos festejos, como tenemos todos los años cuando conmemoramos aquel nacimiento de la Colonia del Sacramento.
EC —Para algún oyente que pueda estar resolviendo en este momento para dónde va este fin de semana, ¿qué gancho le tira en Colonia del Sacramento en particular, qué actividad?
CM —Todo tipo de actividades. Tenemos actividades de todo tipo en el Barrio Histórico, actividades culturales, espectáculos, teatro, música. El Barrio Histórico tiene una vida propia muy particular y sus calles tienen un encanto que es único en el Uruguay. Es una cosa absolutamente diferente, es una propuesta que resulta muy atractiva. Prueba de ello es la cantidad de visitantes que hemos tenido, que siempre tenemos, pero que particularmente en lo que fue el mes de noviembre, diciembre y enero ha venido mucha más gente, muchos más visitantes que en los últimos años.
EC —Colonia no aparece en el imaginario de los uruguayos como un destino turístico asociado al verano. Sin embargo está teniendo un movimiento llamativo. Veía números de comienzos de enero: la capacidad hotelera estaba 80 % ocupada y se hablaba de un crecimiento de 15 % a 20 % del movimiento en comparación con enero del año anterior. ¿Confirma que así fue la cosa?
CM —Sí, así fue la cosa. Todo el Uruguay se siente gratificado por lo que ha sido la llegada casi masiva de turistas que hemos tenido en los últimos meses, asociada a varias cosas, al cambio de los precios respecto a los países vecinos –ahora estamos mucho más baratos que Argentina, con Brasil estaremos parejos–, al cambio de gobierno en la Argentina y al levantamiento de las restricciones cambiarias que tenía ese país. Un gobierno mucho más amigable con el Uruguay, en ese sentido nos ha beneficiado y mucho. En este verano no solo la costa oceánica tiene una mucha mayor afluencia de visitantes, sino también Montevideo, que también está lleno de turistas. Y Colonia también, lo hemos sentido, realmente ha sido absolutamente positivo.
EC —Los turistas que llegan a Colonia no son solo argentinos, son también brasileños y europeos.
CM —Europeos que van a Buenos Aires y cruzan a veces a pasar el día y otras veces a quedarse. El otro día me decía alguien: “pónganle a Colonia un cartel que diga ‘Bienvenidos al Uruguay’”, porque mucha gente cree que sale de Buenos Aires, cruza el río y sigue estando en la República Argentina.
EC —Es impresionante eso. En los hoteles de Buenos Aires, por ejemplo, el cruce a Colonia del Sacramento se ofrece en los mostradores, con folletos, como si fuera un paseo más dentro de Argentina.
CM —Exacto, creen que cruzan un río muy ancho y siguen estando en la República Argentina. Esa visita de argentinos a veces por el día es muy buena, no para la hotelería, pero sí para los sectores gastronómico, de transporte, de guía, todos los servicios asociados al turismo.