Entrevista con el contador Pablo Ferreri, subsecretario de Economía y Finanzas.
Carol Milkewitz/EnPerspectiva.net
EN PERSPECTIVA
Viernes 27.05.2016, hora 8.13
EMILIANO COTELO (EC) —A comienzos de esta semana, el Poder Ejecutivo presentó un paquete de ajuste fiscal para ser implementado el año que viene junto con la Rendición de Cuentas. Los anuncios precipitaron una polémica fortísima.
En el Gobierno lo llaman consolidación fiscal y no ajuste. En la oposición han calificado las medidas como un “fiscalazo progresista” fruto de “mala gestión” y una demostración de “falta de seriedad”. En tanto, el PIT-CNT sostiene que el ajuste anunciado por el equipo económico “es de carácter recesivo”.
Después de haber tratado el tema en entrevistas, en La Mesa y en el análisis económico, hoy vamos a conversar con los impulsores de la iniciativa.
Estamos con el subsecretario de Economía y Finanzas, contador Pablo Ferreri.
En el comienzo de la conferencia de prensa del lunes, el ministro Danilo Astori informó que el equipo económico había corregido las metas de evolución del producto bruto interno (PBI). Ahora plantea que este año habrá un crecimiento mínimo de 0,5 %, el año que viene 1 %, 2 % en 2018 y 3 % en 2019, lo cual totalizaría 7,7 % para este período de Gobierno, la mitad de lo que se había proyectado inicialmente.
¿Qué pasó? Cuando el proyecto de presupuesto se discutió en el Parlamento la oposición sostuvo, por distintas vías y muy enfáticamente, que las hipótesis de crecimiento eran demasiado optimistas…
PABLO FERRERI (PF) —Sí. Agradezco comenzar por ese punto, porque me parece fundamental, e incluso, dadas las críticas que en algunos casos hemos escuchado, comenzaría un poco más atrás. No se debaten ideas, entramos en descalificaciones; he visto agresiones de todo tipo en estos días, calificativos –entre otros– de mentirosos, etcétera, por lo que fueron los dichos de campaña electoral. Por lo cual quisiera comenzar por ahí y en una línea de tiempo llegar a tu pregunta.
EC —Vamos a la campaña, al 2014.
PF —En el 2014, cuando se hicieron las afirmaciones que se hicieron, el contexto económico era absolutamente diferente y las perspectivas regionales e internacionales también. Pongo solo un ejemplo: el del principal socio comercial de Uruguay en ese momento, y hoy día también, que es Brasil. Estas afirmaciones fueron hechas en el segundo semestre del año 2014, en campaña electoral, momento en el cual Dilma Rousseff ganaba y festejaba su segundo mandato; se esperaba que al año siguiente, en el 2015, Brasil creciera un 2 % y fuera consolidando su situación fiscal. En el 2016, en este momento, vemos que Brasil no creció un 2 %, sino que decreció por segundo año consecutivo un 4 %, lo cual lo coloca en su peor crisis de los últimos 100 años, con un déficit fiscal del 11 % y con Dilma sacada del Gobierno. Esa es una muestra de lo que pasó con el principal socio comercial de Uruguay, pero también podemos ver cómo se ha deteriorado el escenario económico en Argentina y en otros países de la región y a nivel internacional.
