Entrevista con Javier Miranda, presidente del Frente Amplio.
EN PERSPECTIVA
Viernes 07.10.2016, hora 8.26
EMILIANO COTELO (EC) —Javier Miranda asumió el 17 de setiembre como el quinto presidente del Frente Amplio (FA). En estas tres semanas ya mantuvo una serie de reuniones con casi todos los partidos con representación parlamentaria, salió fuerte al cruce de críticas que la oposición lanzó en los últimos días contra el ministro del interior, Eduardo Bonomi, y encabezó el primer plenario como presidente de la fuerza política.
Según resolvió el plenario nacional, Miranda deberá liderar el proceso que lleve a una reforma profunda de la Constitución. Pero además tiene otras tareas por delante: deberá ocuparse de mejorar la relación entre el Gobierno, la fuerza política y la bancada del oficialismo en el Parlamento, y también se dedicará a modernizar y agilizar la estructura partidaria.
Sobre esa agenda tan recargada y sobre cómo espera que sea su gestión, vamos a conversar con el doctor Javier Miranda.
¿Ya está dedicado full time a esta tarea?
JAVIER MIRANDA (JM) —Sí, todo lo full time que puedo, porque sigo siendo docente de la Universidad y del Claeh, y eso no lo quiero dejar de ninguna manera.
EC —Dejó su cargo en la Secretaría de Derechos Humanos de la Presidencia de la República.
JM —Sí, por supuesto.
EC —¿No se arrepintió de haberse largado a esta piscina?
JM —[ Se ríe.] Es buena la pregunta. No, arrepentirme no. Por supuesto que uno reflexiona cotidianamente sobre el lugar que ocupa y revé si fue la mejor opción, eso uno lo hace permanentemente. Pero no, estoy muy contento, muy entusiasmado; por supuesto que muy exigido, pero con gusto, con mucho gusto.
EC —Las elecciones del FA se llevaron a cabo el 24 de julio. Dos semanas después se conoció el resultado oficial, se anunció que usted había ganado con algo más del 30 %. Y, finalmente, asumió el cargo el 17 de setiembre, casi dos meses después de la votación, más tarde de lo previsto, entre otras cosas por dificultades que tuvo a la hora de nombrar a quienes iban a acompañarlo como vicepresidentes. Entonces, con un poco más de distancia, ¿cómo evalúa ese proceso inicial?
JM —Cuando se confirmó que había ganado las elecciones internas del Frente, planteé asumir el 17 de setiembre. Distintas circunstancias en el Secretariado me indicaron que era mejor el 3 de setiembre, pero al 3 de setiembre no llegué a la conformación del equipo, estaba realizando diálogos con las distintas fuerzas y movimientos que integran el FA y no había llegado a conformar el equipo. Entonces planteé: lo postergo para el 17, no más que eso.
EC —¿Esperaba encontrarse con esas resistencias que encontró en el FA?
JM —Es que no encontré tan fuerte resistencia, rápidamente acordé con prácticamente todos los sectores. Es claro que no acordé en su momento con el Partido Comunista (PCU), porque mi idea original era que el senador Marcos Carámbula, del Espacio 2001, fuera el secretario político del FA, mi secretario político además. Eso finalmente no se logró, luego de 15, 20 días de tratativas finalmente Carámbula me planteó que no estaba en condiciones de asumir la secretaría política, lo cual me cambiaba la ecuación. Luego empecé a dialogar nuevamente con los compañeros del PCU y hasta hoy no llegamos a un acuerdo de una persona que integre el equipo de vicepresidencia.
EC —El PCU no ocupa ninguno de los cargos de vicepresidente.
JM —Por el momento no.
EC —¿Eso lo preocupa?
JM —Más que preocuparme, me gustaría realmente tener en el equipo de la presidencia –que es el equipo cotidiano, el equipo que uno consulta diariamente y está construyendo permanentemente la imagen del Frente y la discusión en el Frente– esa sensibilidad. Sea del PCU, del Frente Izquierda de Liberación (FIdeL) o del Espacio 1001, quiero tener esa voz muy cerca en la cotidiana. Es absolutamente necesario, si no es jugar con menos jugadores de los que uno tiene en el plantel y valdría la pena tener todo el cuadro.