El economista Andrés Rebolledo, quien negoció el tratado de libre comercio entre Chile y Uruguay, habla sobre la inserción internacional de su país y cómo la ha construido sobre la apertura comercial
EN PERSPECTIVA
Martes 24.07.2018, hora 8.25
EMILIANO COTELO (EC) —La apertura comercial de Chile es uno de los rasgos distintivos de su política exterior.
Más allá del partido político que gobierne, Chile trabaja para acentuar la integración del país a los procesos regionales y mundiales de comercio. A esta altura tiene firmados y operativos una larga lista de TLC con naciones y alianzas comerciales, entre ellos Estados Unidos, China, Australia y Canadá, y un acuerdo marco de cooperación con la Unión Europea. Además, es uno de los cuatro países que integra la Alianza del Pacífico, una plataforma a través de la cual busca acercarse a otros mercados.
¿Cómo se prepara Chile para este tipo de negociaciones? ¿Cómo logró construir una política de Estado alrededor de la apertura comercial?
Vamos a conversarlo con el economista chileno Andrés Rebolledo, que ocupó varios cargos de responsabilidad en ese país y que entre 2014 y 2016 encabezó la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales.
ANDRÉS REBOLLEDO (AR) —El cargo más importante fue aquel que ejercí en este país siendo embajador.
EC —En 2009 fue nombrado embajador ante Uruguay y la Aladi. ¿Qué recuerdos tiene de aquella estadía, que fue breve?
AR —Fue breve, un año. Quedé con ganas de estar más tiempo, pero hubo un cambio político en Chile. Fue un período intenso, además fue un período de cambio de gobierno, fue el período de transición del presidente Vázquez al presidente Mujica, por lo tanto también en el Uruguay había una situación expectante porque asumía el presidente Mujica. Además de muchos hitos que vivimos, viví en esa oportunidad algo que fue muy dramático para nuestro país, que fue el terremoto del año 2010, me tocó estar acá. La presidenta Bachelet de hecho no pudo venir al cambio de mando por ese terremoto. Tengo los mejores recuerdos de la solidaridad del pueblo uruguayo, de las autoridades, que fueron con nosotros muy apoyadores, y en ese minuto Chile lo necesitaba.
EC —Nos acompaña también el economista Hernán Bonilla, que integra La Mesa de los Jueves. Él es director ejecutivo del Centro de Estudios para el Desarrollo, que es la institución que ha invitado al economista Rebolledo a Montevideo en esta ocasión.
Empecemos hablando de esa responsabilidad que tuvo en la negociación con Uruguay del TLC de última generación que en 2016 terminaron firmando el presidente Tabaré Vázquez y la entonces presidenta Michelle Bachelet. En Chile el acuerdo todavía está a estudio del Congreso.
AR —Sí, en el caso nuestro está a punto de finiquitar su trámite en el Congreso. Se aprobó en la Cámara de Diputados y se aprobó en la principal comisión del Senado y pronto irá al plenario del Senado, por lo tanto es probable que en las próximas semanas ese acuerdo ya esté en vigencia.
EC —¿Por qué se demoró en Chile?
AR —En el caso de Chile fue un tema de cambio de gobierno, probablemente, que llevó a este timing
distinto. Pero también –yo ya no estaba en el gobierno– creo que influyeron los tiempos en Uruguay, un poquito mirando para coordinar la vigencia del acuerdo. No hay ni hubo, ni en este ni en la mayoría de los acuerdos en el caso de Chile, ninguna crítica muy sustantiva. Quizás el que vamos a enfrentar luego es el TPP, el Transpacífico, que tendrá alguna crítica nueva porque el panorama político también en Chile ha cambiado. Pero en el caso del acuerdo con Uruguay se aprobó con amplia mayoría y probablemente también sea así en el Senado.
Fue un proceso largo, la gente probablemente tiene el recuerdo de este TLC, esto comenzó casi 10 años antes cuando se formó una comisión binacional entre Chile y Uruguay que fue el primer síntoma de que Uruguay se abrió a hablar bilateralmente, por fuera del Mercosur. Creo que ese es el elemento importante que redunda finalmente en el TLC. Mientras tanto el acuerdo con Mercosur avanzaba y finalmente logramos esa firma del TLC con Uruguay en octubre de 2016.
EC —En Uruguay el TLC acaba de ser aprobado por el Senado y pasó a Diputados, pero después de una larga y profunda discusión en la interna del oficialismo sobre la conveniencia o no de refrendarlo. ¿Siguió esa polémica?
AR —La seguí con detención. De hecho, en un par de oportunidades en algún medio periodístico escribimos algunos artículos con Nicolás Albertoni, un gran economista que también sigue estos temas de comercio.
EC —También vinculado al Centro de Estudios para el Desarrollo.
AR —Allí planteamos lo importante que era el acuerdo propiamente tal, pero sobre todo la senda que podía abrir este acuerdo para la inserción del Uruguay, entendiendo que hoy día el mundo se mueve en estas negociaciones comerciales y países pequeños como el nuestro tienen que internacionalizarse y aprovechar esta tendencia, al final eso probablemente ha sido la esencia de lo que ha hecho Chile en materia internacional, ampliar su mercado.
