EC —Leyendo el editorial una de las conclusiones que se saca es que, desde el lado del Ministerio del Interior, se ve como un obstáculo para este tipo de trabajo en conjunto la forma en que buena parte de la oposición se planta frente a las políticas que se han seguido. Se percibe que no hay reconocimiento ninguno. Por ejemplo, sobre el final dice: “¿Qué sería de Uruguay si no se hubiera hecho lo que se hizo? ¿Qué Uruguay tendríamos?” y antes se había mencionado: “En menos de un año, y a partir de la orden del ministro dictada en su discurso de asunción del 2 de marzo de 2015, se cerraron 865 bocas de drogas, con todo lo que ello implica respecto a los delitos asociados a esa actividad. Ese trabajo da margen para una mejor respuesta al combate a los hurtos, rapiñas, homicidios y la lucha contra la corrupción. En la ley de presupuesto se cambió la estrategia del lavado y financiación del terrorismo. Vamos por una modificación legislativa sobre los delitos precedentes del lavado de activos, que permitan cerrar el circuito definitivamente. Se mejoró el armamento de la Policía, se actualiza regularmente la flota vehicular, se descentralizaron servicios de patrullaje a partir de una reestructura organizativa que se multiplica en todo el país. Se creó la Unidad Aérea de la Policía Nacional, a pesar de las críticas de quienes decían que no era necesario duplicar un servicio que lo podría dar la Fuerza Aérea. Dicha unidad ya dio muestras contundentes de su eficacia ante el silencio de los detractores de entonces, y el casi unánime apoyo de la población que aplaude su servicio”.
O sea, hay toda una enumeración de acciones que se llevaron adelante y que no se reconocen. ¿Qué responde usted?
PB —Es insólito esto, en serio, porque resulta que el fracaso del Ministerio del Interior es culpa de la oposición, que no reconoce lo que está haciendo. Porque mientras enumera todo eso también nos dice, como justificativo al aumento de homicidios que ha habido en los últimos años, que es porque hay narcos luchando por territorios, por ajustes de cuentas por drogas. Lo dice el propio comunicado.
Resulta que es culpa de que no les reconocemos los logros. ¿Qué logros? El año 2015 fue récord en materia de homicidios desde que se llevan registros: 297. ¿Sabe cuántos había en 2011? 199. Y 2015 fue también récord en rapiñas. El Ministerio del Interior, que tiene la información de 2015, no la libera, y en lugar de eso usa un medio público como un portal [gubernamental] para meterse en la política. Confunde el Estado, el gobierno y el partido.
Yo voy a seguir y voy a seguir insistiendo. Le digo más, donde no aprueben, saldré a juntar firmas de vuelta para luchar contra los narcos y la corrupción, y de repente desde el Frente Amplio me contestan con una campaña “Ser narco no es delito”; de repente hasta salen con eso. Haber juntado firmas por el tema de los menores dio resultados: endurecieron las penas, mejoraron el Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente (Sirpa), lo sacaron de adentro del Instituto del Niño y Adolescente (INAU) y hoy tenemos menos problemas que los que teníamos hace diez años. Es mi deber, como opositor, marcarle estas cosas al gobierno para que mejore. Y si le duele, mejor que le duela, porque va a tener que mejorar.
EC —Este editorial recopila una serie de medidas que se han adoptado. Usted, desde el papel que ocupa en la oposición, ¿considera acertadas por lo menos algunas de ellas?
PB —Algunas sí, otras no. Acá hay un error conceptual de la política del Ministerio del Interior que centralizó recursos en muchas zonas de Montevideo en detrimento de las comisarías de barrio; entonces siempre llega tarde, como Bonomi. Ese sería su eslogan: “Bonomi siempre llega tarde”. Si usted centraliza todos los recursos y no los tiene desplegados en la ciudad, espera que ocurra el delito y ahí va la Policía. En cambio, si usted los tiene desplegados, patrullando, trabajando con la comisaría del barrio y los vecinos, previene el delito y, si sucede, el policía ya está ahí. Es una política equivocada en su orientación la que hace Bonomi.
Pero en otras cosas… yo estuve mirando lo que anunció el jefe de Policía, [Mario] Layera y me pareció muy interesante: el tema de la geo referencia de los delitos, que es una de las 50 medidas que les entregamos hace seis años. Después vi que hace 10 o 15 días el ministro interino, el señor [Jorge] Vázquez, anunció que van a tomar medidas para los reincidentes, cuando tiene el proyecto de ley presentado hace un año en el Parlamento y no se lo trata.
Esto es lo que pasa: ellos hablan y no hacen. Yo no quiero hablar y no hacer. Presentamos proyectos y, si ellos no hacen, les pregunto a los otros de la oposición para ver si nos podemos poner de acuerdo en la lucha contra el narcotráfico, y entonces ellos (el Ministerio del Interior) se enojan y culpan a la oposición por su fracaso porque estamos tratando de aportar. Es insólito, Emiliano.
EC —¿Usted ha recibido invitaciones del Ministerio del Interior para dialogar o intercambiar sobre estos asuntos? Se lo pregunto porque desde la cartera se sostiene que hubo convocatorias que no fueron tenidas en cuenta por usted.
PB —A mí personalmente nunca me invitaron. Sé que al principio del otro gobierno buscaron un acuerdo sobre esto, y nosotros hicimos algunas salvedades, el tema obviamente de la baja de la edad de imputabilidad y otra cantidad de cosas. Porque, ¿qué es lo que le pasa a estos acuerdos? El Frente Amplio se choca contra su propia ideología: por un lado ve que hay que hacer cosas y por el otro (desde la interna) lo paran y le dicen que no puede hacer operativos de saturación en los barrios porque eso es discriminar. ¡No, señor! Si en el barrio del Centro o en la Plaza Independencia, donde está usted, hay muchos delitos, es lógico que la Policía sature para que no haya más, y si en otro barrio no los hay es lógico que no le dedique tantos efectivos. Ellos se chocan contra su propia ideología y no son prácticos ni eficientes. Nosotros no estamos atados por ideología alguna cuando se trata de protegernos ante el narcotráfico y el delito.
EC —¿Cómo sigue esta historia ahora?
PB —Creo que el senador Javier García fue muy claro ayer y yo suscribo lo que dijeron él y Lacalle Pou: no se puede usar la página web del Ministerio del Interior para entrar a un debate político, porque usted no diferencia al gobierno del Estado. Eso es del Estado, no es del señor Bonomi; si él quiere discutir o intercambiar opiniones no es a través de algo que es de todos los uruguayos, y ese es un medio que es de todos los uruguayos. Eso es falta de republicanismo. Esto no es nuevo. ¿Se acuerda cuando los aviones de Pluna, que yo le dije que no valían 140 sino 80 [millones de dólares]? En aquel momento desde esa página el responsable me criticó por esas declaraciones…
EC —¿Usted está aludiendo a Fernando Gil [director de la Unidad de Comunicación del Ministerio del Interior]?
PB – Sí, sí. A ver, después pidieron disculpas [Se ríe.], pero que lo usen para esto ya no nos sorprende. En algún momento tendrían que revisar un poco lo que son los principios republicanos, etcétera, que todos compartimos, y no hacerlo más.
En lo otro: no discutamos más. Tiene 15 proyectos de ley en el Parlamento, entre ellos el de la reincidencia y una cantidad de cosas. ¡Vamos a discutirlos, a tratar de aprobarlos! ¿Vamos a dedicar un ratito a esto en vez de estar haciendo anuncios y peleas?
EC —Lo que usted propone es que el ámbito para canalizar esta posibilidad de acuerdos en la lucha contra el narcotráfico sea el Parlamento, no otro.
PB —Bueno, como el gobierno y el ministerio del señor Bonomi evidentemente han fracasado y no escuchan, y todos hemos coincidido en que ya cumplió una etapa el señor Bonomi en el ministerio…Los resultados no lo han acompañado, ni cerca…Mire lo que es el Uruguay de hoy: les roban las metralletas a los soldados porque no tienen balas. Hemos llegado a… Hoy o ayer estaba en la prensa: a los balazos unas bandas en tal barrio, y la Policía mira, el señor Bonomi se queja de la oposición… ¿Qué tenemos que hacer? ¿No decir nada, callarnos? La verdad que… no nos damos cuenta de a qué hemos llegado.
EC —Mi pregunta va a ese planteo Usted entiende que Bonomi tiene que renunciar; no es la primera vez que lo dice, insiste con ese reclamo. En esas condiciones, ¿ese acuerdo inter-partidario es factible?
PB —Bueno, ¿qué quiere? ¿Que si yo pienso que Bonomi se tiene que ir no lo diga? ¿Qué pasa? El que tiene el poder para sostenerlo es el presidente y yo se lo reconozco, ganó la elección. Pero yo tengo el derecho de decir que no estoy de acuerdo con que se quede. Y si vamos a ver qué respaldo tiene, pese a los malos resultados es solo el de la mayoría de la bancada del Frente Amplio.
EC —Por último le pregunto por algo que dijo al pasar: si no consigue que se avance en el tratamiento de esos proyectos de ley que mencionó, ¿usted va a salir a juntar firmas?
PB —No lo descarto, no digo de hacerlo. La verdad es que ayer, cuando estaba pensando en esto y veía la reacción del Ministerio del Interior, decía: “¡La pucha!”. Fijese: presentamos proyectos, trabajamos, alertamos sobre un tema, no nos dan pelota, empezamos a reunirnos en la oposición para ver si podemos elaborar una estrategia conjunta y nos salen con esto. Evidentemente, no quieren nada. Entonces de repente hay que salir a juntar firmas y de repente nos contestan con una campaña que diga “Ser narco no es delito”, y ahí veremos.
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Bienvenidos al Uruguay, Ministerio del Interior
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Transcripción: Andrea Martínez