El periodista, quien irá segundo en la lista al Senado del Partido Independiente, dijo que votaría a Lacalle Pou en un balotaje con el FA: "Jamás votaría al candidato de una fuerza política que lleve partidos totalitarios"
El Partido Independiente (PI) viene de sufrir dos golpes en pleno año electoral.
En marzo decidió romper la coalición La Alternativa, que había impulsado junto al grupo Navegantes, de Esteban Valenti y Selva Andreoli, el sector Unión de Izquierda Republicana, del diputado Fernando Amado, y Avanza País, de José Franzini Batlle.
El 30 de junio, ya en solitario, el PI no tuvo en las elecciones internas el desempeño que esperaba: recogió poco más de 2 mil votos, la mitad que en las internas de 2014.
En este mes de julio, sin embargo, se hizo notar. Y se basó para eso en dos periodistas destacados. Una, Mónica Botterro (ex Búsqueda y Canal 4), que había ingresado en febrero, fue nombrada candidata a vice presidente en la fórmula con Pablo Mieres. El otro, Gerardo Sotelo (conocido en radio, prensa y televisión) que se sumó al partido e irá segundo en la lista al Senado.
¿Qué tiene para aportar Sotelo a esta colectividad? ¿Cómo analiza la situación y las perspectivas del Partido Independiente? En Perspectiva lo conversó con él.
-La política me atrae desde antes de que pudiera tomar conciencia de si era atractiva o no, por razones de mi vida, de mi familia, de mi barrio, de mi tiempo. Luego, ya más grandecito, me interesó conscientemente y me ha seguido interesando hasta ahora desde distintos lugares.
-Pero a muchos periodistas les pasa, trabajando sobre política, que al conocerla por dentro resuelven "en ese mundo no me quiero meter".
-Te entiendo, mucha gente me lo ha dicho. Tengo una mirada diferente. Creo conocer por dentro la política real, por lo menos la del Uruguay, porque conozco sus actores, sus problemas, sus glorias y sus miserias. Como también todos conocemos las de los periodistas. Tengo un altísimo concepto del sistema político uruguayo, de todos los partidos, y no tengo temor de meterme en ese medio porque además, cualquiera sea la opinión que tengamos, no hay otra alternativa. Este es el sistema que tenemos, esta es la política que tenemos, con esta gente y con este sistema es que hay que tratar de cambiar la realidad para que sea mejor.
Sotelo señaló que en el PI "confluyen" personas de concepciones progresistas, socialdemócratas y liberales igualitarios, corriente con la que se siente más a gusto. Por otro lado, dijo que no se siente cómodo con el eslogan del Partido Independiente como “la otra izquierda”.
La otra es la otra. Nosotros, en todo caso, para aquellos que están en el PI que son muchos compañeros que dicen "yo soy de izquierda", para nosotros "la otra" es la dogmática, la autoritaria, la que aplaude o tolera a Nicolás Maduro. La que despilfarra los dineros públicos para ganar las próximas elecciones; esa es "la otra izquierda".
Mis compañeros en el PI que se dicen de izquierda son lo que yo considero la auténtica izquierda. Que tiene una raíz vinculada con la igualdad de las personas, al derecho a la autonomía individual, pero que se articula ya desde fines del siglo XIX en Europa con corrientes de pensamiento democrático, respetuosas de los derechos humanos, tolerantes hacia las ideas ajenas, y que no tienen nada que ver con la izquierda autoritaria que nace o que termina de cuajar en el golpe de Estado de 1917 en Rusia.
El novel integrante del Partido Independiente señaló que su adhesión a la masonería, "hace 10 años", "probablemente" incidió en sus cambios "no en términos políticos, sí en términos humanos".
Sotelo dijo que en 2014 votó a Lacalle Pou en segunda vuelta y enfatizó que lo “volvería hacer” porque no apoyaría a un candidato “que lleva implícito el riesgo de apoyar a gobiernos totalitarios” en referencia a Daniel Martínez, candidato por el Frente Amplio.
Y lo volvería a hacer ahora si fuera la misma circunstancia. Yo jamás votaría al candidato de una fuerza política que lleve partidos totalitarios, jamás lo haría. En esa disyuntiva prefiero un candidato relativamente conservador a un candidato que lleva implícito el riesgo de darle más poder a grupos totalitarios, que apoyan dictaduras criminales, que no creen en el fondo en la convivencia democrática, que no creen auténticamente en la diversidad sino que la utilizan para tener poder.
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Foto en Home: Agustín Magallanes
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