Montevideo, 21 de mayo de 2021
Radiomundo,
Quien suscribe, José Lorenzo López, en el marco la Ley N° 16.099, (Ley de Comunicaciones e informaciones), capítulo III, Artículo 7°- (Derecho de respuesta), solicito se le de difusión a esta nota, en el espacio de La Tertulia de los Lunes, del programa En Perspectiva, conducido por el Sr. Emiliano Cotelo. (1)
Como es de vuestro conocimiento, el día lunes 17 de mayo, en dicho espacio, contando con la participación de l@s periodistas Martín Bueno, Santiago Gutiérrez, Juan Pedro Mir y Ana Laura Pérez, se trató el tema referido al aval presuntamente irregular que Secundaria habría dado a licencias sindicales de dirigentes de FENAPES, en el año 2017.
Es justamente esta última periodista mencionada, Ana Laura Pérez, quien en un pasaje de su intervención dice “tenemos dirigentes sindicales como Joselo López, que todos vimos en un video como veía que reventaban a patadas a chiquilines y siguen formando parte de la primera línea sindical como si no pasara nada”
Como dirigente sindical, entiendo que estoy expuesto a críticas de la ciudadanía, así como lo están otras personas públicas. Empero, cuando la crítica viene de la mano de la falta de verdad, de la tergiversación de hechos, de la acusación sobre cosa ya juzgada por la Justicia de nuestro país, que después de un exhaustivo análisis de las pruebas realizado por el Tribunal de Apelaciones, y de un dictamen contundente de la Suprema Corte de Justicia, me absuelve a mí y 16 compañeros más de la acusación trasnochada de una Fiscal, no puedo más que indignarme al oír en un prestigioso programa, que se lancen este tipo de opiniones gratuitamente.
La subjetividad es de cada persona; la objetividad y el apego a la veracidad de la información que se comunica y su necesaria distancia de las opiniones sobre esa información es lo que espero, como un ciudadano común y corriente, consumidor de noticias y programas periodísticos. Y no lo espero solo cuando se habla de mi persona, lo espero en general.
La información real sobre el hecho a la que la periodista alude, (episodio conocido como “video de Ceprili, agosto 2015), trajo un profundo dolor al sindicato que presido, el SUINAU. Fruto de esos episodios, muchos compañeros/as fuimos acusados/as de tortura y complicidad en la tortura; algunos de ellos privados de su libertad y luego fuimos finalmente absueltos como expresábamos anteriormente.
Podría escribir mucho en relación al sufrimiento que nos ocasionó el hecho de que se nos comparara, al habernos acusado de torturadores, con personas de la talla de Nino Gavazzo, por nombrar solo a uno. También les podría hacer una lista de los innumerables daños (físicos, emocionales, morales, laborales) que esto nos trajo a todos, en mayor o menor medida. Pero no quiero irme de tema y seguramente no sea asunto de interés de su programa.
El asunto central sobre el que me quiero expresar, y que me causó profunda indignación tiene que ver con lo siguiente: el tema de la nota era FENAPES-Secundaria, avales de licencias sindicales.
Pero, por alguna razón que no logro comprender, terminó en una alusión directa a mi persona, con nombre y apellido, dando a entender que por ese episodio (“video de Ceprili”) yo no debería ocupar algún cargo como dirigente sindical.
Lo curioso es que, si se dijera que yo no debería ser un dirigente sindical por otras razones, y mientras sea en el marco de una opinión y no de una información, no tendría yo “derecho al pataleo”. Pero afirmar lo mismo, atado a una falsa información, es otra cosa diferente.
En el ejercicio de la actividad sindical, estoy en contacto casi permanente con abogados, y he podido aprender dos o tres cosas básicas de la cuestión jurídica. A modo de ejemplo, conozco que la definición de absolución refiere a inocencia, ausencia de responsabilidad, no culpabilidad, libertad, eximición de pena o condena. También conozco un principio jurídico llamado “non bis in ídem, o ne bis in ídem”. Ese principio lo que asegura es la prohibición de la persecución, ya que impide que una persona sea juzgada doblemente por el mismo delito, eso es ni más ni menos: no dos veces lo mismo.
Entonces, no solo se me está juzgando dos veces, sino que se está haciendo sobre un hecho del que fui absuelto, junto a la mayoría de mis compañeros y compañeras. Y con base en eso es que la periodista opina que yo no debo ocupar el lugar que ocupo. Y al opinar, desinforma.
El rol de los sindicatos, los fueros y licencias sindicales, la organización en sí misma, la forma de acceso a cargos dentro del ámbito sindical, y tantas otras cosas más, han estado en el debate siempre, tanto por aqueos como por troyanos. Está bien que así sea, aunque quienes opinen no tengan un conocimiento directo del tema.
Ahora bien, ponerse como periodista a opinar quien podría ser o no un dirigente sindical de primera línea, y hacerlo desde un micrófono, en un programa prestigioso con mucha audiencia, es decir desde un lugar de poder, es algo inapropiado desde mi perspectiva, y no puede explicarse solamente por el uso del sagrado derecho a la libertad de expresión. , Y es inapropiado porque parte de premisas falsas.
Alguna vez leí por ahí, referido al tema de la verdad y la mentira en la información, que no se puede avalar que se diga cualquier cosa y que eso es una gran responsabilidad, que está mal construir ideas falsas, que se debe separar la opinión de la información, que las cosas no son blanco y negro. Con todo esto hago acuerdo, creo que lo leí en una nota que le hiciera algún medio de comunicación a la mismísima Ana Laura Pérez.
Volviendo al inicio, ese mismo día, el lunes 17 de mayo, otra persona (con la que incluso hemos compartido algunas mesas de debate), Denisse Legrand, hoy periodista en el programa La Letra Chica de Tv Ciudad, publicó en Twitter, unas líneas en el mismo sentido, sin nombrarme, pero aludiendo a las expresiones de Ana Laura Pérez, ya que formaba parte de un hilo en el que se venía comentando lo dicho por esta periodista.
Es decir que no solo se dijo en una radio, sino que fue luego llevado al ámbito de las redes sociales.
La misma Denisse Legrand en alguna ocasión también se refirió al poder que estas redes tienen “las redes sociales son jodidas” “son la forma más barata que hay para voltear una democracia…en
las redes sociales se exacerban todas las violencias” y otras expresiones en la línea de cómo se puede predisponer, incluso hasta a los jueces, desde una red social.
Hago esta relación para ejemplificar el alcance que pueden tomar, las cosas que se dicen. Quizás para algunas personas, estos dichos desafortunados, puedan significarle alguna ganancia; porque entre otras cosas viven de eso, pero en mi caso particular trajo dolor, ya que no es cierto lo que se dijo, es injusto y porque me hace revivir lo ocurrido en agosto de 2015 y años posteriores. Porque además yo, como cualquier otro ciudadano, tengo derecho a que se respete mi dignidad, como un derecho humano que poseo solo por el hecho de ser persona.
Por tanto, de las responsabilidades civiles y penales que pueden tener las personas mencionadas, eventualmente se encargarán los abogados del sindicato, ya que nos reservamos el derecho de emprender acciones legales.
De la no naturalización de estos hechos y la aclaración de los mismos, tendiente a su corrección, espero se hagan cargo tanto el medio de difusión donde se vertieron tales afirmaciones, así como el sindicato que nuclea a los/las periodistas si es que a quienes nos referimos son afiliadas al mismo.
La difusión y problematización de esta nota, va en ese sentido.
Desde ya agradezco la deferencia y receptividad.
Saludos atentos
José Lorenzo López
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