Entrevista con el diputado Gonzalo Civila (Partido Socialista, Frente Amplio).
EN PERSPECTIVA
Martes 07.06.2016, hora 7.51
EMILIANO COTELO (EC) —El titular de Economía, Danilo Astori, flanqueado por los otros ministros del gabinete, presentó ayer la nueva versión del paquete de ajuste fiscal, surgida de las negociaciones con el Frente Amplio (FA).
Astori dijo que él y sus colegas están “muy contentos” con el resultado final y destacó que las medidas fueron aprobadas de forma unánime en el Consejo de Ministros.
¿Cómo queda, concretamente, la propuesta?
En cuanto al Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF), la novedad principal es que, a diferencia de lo anunciado hace dos semanas, la franja de salarios nominales que va de $ 33.400 a $ 50.100 no tendrá aumento del tributo, seguirá pagando 15 %.
La franja siguiente se divide en dos en los $ 100.200. La tasa que se aplicará entre los $ 50.101 y los $ 100.200 será de 24 %, 4 % más que ahora, mientras que la tasa que regirá entre los $ 100.201 y los $ 167.000 será de 25 %, 5 % más que ahora.
Las franjas salariales que están por encima de los $ 167.000 pagarán entre 5 % y 6 % más respecto a lo que pagan en la actualidad y entre 1 % y 2 % más con relación a la propuesta original del Gobierno, la que se había conocido hace 15 días. Entre $ 167.001 y $ 250.500 se pagará 27 %, entre $ 250.501 y $ 384.100 se pagará 31 %, y de $ 384.101 en adelante se pagará 36 %.
En cuanto a las deducciones de gastos, que en el nuevo paquete bajan a 8 %, se hace una excepción con la franja de $ 33.400 a $ 50.100, en la que el tope queda en 10 %. Asimismo, se cambia la ingeniería tributaria sobre la que se miden las deducciones por lo que, a partir de ahora, deducir o no y cuánto dependerá de la franja a la que se pertenezca.
Respecto al Impuesto a la Asistencia a la Seguridad Social (IASS), la franja que va de $ 26.720 a $ 50.100 queda igual que hoy, con una tasa de 10 %. Para la franja que va de $ 50.101 a $ 167.000, la tasa aumenta de 20 % a 24 %. Y para la de más de $ 167.001 la tasa sube de 25 % a 30 %.
Astori resaltó, por otro lado, que se mantiene la ya anunciada baja de 2 % en el Impuesto al Valor Agregado (IVA) para las compras con tarjetas de débito y crédito.
Por último, en materia de gastos, se resolvió que, contrariamente a lo anunciado en el mensaje original, no se van a diferir de 2017 a 2018 algunos aumentos de gastos. Por ejemplo, los previstos en innovación, ciencia y tecnología y que comprenden a la Agencia Nacional de Investigación e Innovación, el Instituto Pasteur Montevideo, el Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas y el Centro Uruguayo de Imagenología Molecular. Tampoco se posterga el gasto en educación acordado en los convenios salariales firmados por la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP).
¿Cuáles son las reacciones ante estas novedades conocidas en el día de ayer y que ya habían sido preparadas con anuncios la semana pasada?
Vamos a bucear en el tablero político. En primer lugar, dentro del propio oficialismo. ¿Este acuerdo deja satisfechos a quienes en un primer momento habían discrepado? Estamos en diálogo con el diputado del Partido Socialista (PS) Gonzalo Civila, luego vamos a hablar con el diputado Pablo Abdala, del Partido Nacional.
En primer término, cuando se conoció este paquete de medidas que el FA ha denominado “consolidación fiscal”, cuando se hizo la primera conferencia de prensa, ¿cuál fue su reacción?
GONZALO CIVILA (GC) —Nosotros más que reaccionar nos reunimos y generamos una comisión para estudiar las propuestas con cuatro compañeros economistas. A partir de la reflexión y el estudio de esas propuestas, elaboramos una serie de propuestas alternativas. Hicimos un balance de ese paquete y una serie de reflexiones políticas generales, que tienen que ver con el enfoque con el cual como partido, como organización política, miramos este asunto. También hicimos una serie de propuestas tendientes a mejorar el paquete de medidas que planteaba el Poder Ejecutivo. Básicamente lo que pensé inmediatamente después de los anuncios es coincidente con lo que después fuimos elaborando de una manera más profunda, más rigurosa.
EC —¿O sea?
GC —En primer lugar, era necesario hacer cambios en materia tributaria. Eso es algo que no pensamos de ahora sino desde hace tiempo, lo hemos sostenido en varios documentos e intervenciones públicas. La reforma tributaria no vino al Uruguay para quedar estática, sino que vino para transformarse en un sentido de mayor igualdad, de mayor justicia. Nosotros pensamos y decimos desde hace mucho que era necesaria una reforma tributaria de segunda generación que avanzara más sobre todo en lo que tiene que ver con gravámenes a la riqueza, al capital, a algunas ganancias empresariales extraordinarias, etcétera, y que también incrementara la progresividad del esfuerzo fiscal en materia de ingresos. La primera valoración que uno hace cuando recibe aquel primer paquete de medidas es decir: coincidimos en la idea de que hay que hacer algunos cambios tributarios, no necesariamente en el enfoque de todos los cambios.